“La nueva regulación permite el autocultivo”

[12 de abril de 2021] El Dr. Emilio García visitó el estudio de Radio Cooperativa AM 770. Es el director de Doing Canna, un Centro de Investigacion y Docencia especializado en Cannabis medicinal y terapeutico y de acompañamiento Médico en Terapias con Cannabinoides.

Emilio García, es médico y está al frente de DoingCanna, una institución que vincula la investigación, la docencia y la atención de pacientes en torno al cannabis medicinal.

-Este tema se viene con todo y evidentemente queremos empezar a saber, a instalarlo o debatirlo públicamente, pero primero para eso hay que conocerlo.

Gracias por el espacio y la posibilidad de conversar nuevamente este tema donde siempre es importante la información, la educación en el área y poder difundir todo lo que vos decías recién con respecto al Centro que dirijo. Es un espacio que vincula la docencia, la investigación del uso terapéutico, médico y general del cannabis, porque es una planta que tiene una versatilidad de usos desde lo terapéutico hasta lo industrial y eso genera una diversidad enorme.

-A esta altura ¿hay quién discuta científicamente las propiedades o hay todavía algún laburo interno en la ciencia?

Hay un área pre clínica, que sería la parte de las ciencias básicas, en donde se descubrió las moléculas, los componentes que tiene la planta. Cómo es que la planta farmacológica mente interactúa en nuestros organismos a través de un sistema cannabinoides que es un sistema de receptores y señales neuroquímicas, que son aquellas que terminan después modulando los efectos que le atribuimos.

Pero salen de una base biológica que eso no se discute porque ya tiene trabajo, publicaciones y data de finales del siglo pasado. Pero sí, hay todo un área en cuanto a la vinculación de ciertos efectos con dosis y un área de la investigación que todavía no se pudo desarrollar demasiado por una cuestión bien propia del prohibicionismo, de la imposibilidad de investigar, de la sustancia controlada y prohibida.

-¿Cuánto hay de esa complejidad de avanzar más de, imagino, intereses corporativos, de laboratorios de la medicina tradicional? ¿Cuánto hay de la competencia por el objeto en cuestión, del negocio del narco?

Me imagino que siempre la regulación de este tipo de sustancias aleja un una posibilidad de recaudación del narcotráfico. En todos los países del mundo en donde se reguló las sustancias controladas, en este caso la planta de cannabis y sus derivados como Canadá, Uruguay y distintos ejemplos, cuando se analiza retrospectivamente los datos vinculados con el narcotráfico, la violencia y demás, son favorables. O sea que seguro que es una competencia la regulación de esta planta para todo ese sector.

-¿En qué situación estamos? La verdad es que lo venimos tocando al tema dado a las novedades, eh. Por un lado nos sentimos rodeados porque Uruguay en un punto la legalizó Chile también sabemos que Paraguay, Bolivia culturalmente ya lo tratan de otra forma. Entonces quedamos medio en una especie de sandwich de ilegalidad que se cambió ahora. Venimos comentando un poco cómo evolucionó el cannabis medicinal y recreativo. ¿Y qué significa esto de la industrialización del cannabis medicinal?

Bien, por un lado en nuestro país tenemos una ley de cannabis que es una ley que su título dice “Ley para la investigación del cannabis medicinal”, que data de marzo del 2017, que tuvo una regulación en septiembre del 2017, por supuesto insuficiente regulación prohibitivas, restrictiva y todos los calificativos negativos que se nos pueden ocurrir y le podemos agregar. Fue derogada esa reglamentación, no la ley, por Alberto Fernández en noviembre de el año pasado. Ahora hay un artículo que permite eso un poco que vos me estás diciendo. Distintos tipos de acceso, entre ellos el auto cultivo, el cultivo designado del cultivo enredo, las ONG que cultivan. Eso se instrumenta a través del Ministerio de Salud y de los programas estatales, con una serie de requisitos, a través del Reprocann (Registro Nacional de personas autorizadas al cultivo controlado con fines medicinales y/o terapéuticos), donde se inscriben tanto los usuarios y usuarias que quieran acceder a través de una ONG o inscribirse como auto cultivadores.

Y a su vez también se inscriben los profesionales de la salud, médicos en este caso, porque el esto es muy fresquito, salió hace menos de una semana, o sea que se publicó el Reprocann para poder inscribirse con distintos anexos. La sociedad civil y las distintas organizaciones nos encargamos de poner algunos cuestionamientos sobre partes de los anexos, porque hay como distintos ejes centrales que hay que rever y eso está ahí en vías de.

Si te tengo que hablar sobre ese anexo, entrelazándo con la pregunta que me hiciste, la cantidad de plantas permitidas son nueve plantas floradas. Ahora hay que ver si ese anexo, después de la revisión que está sucediendo, termina siendo modificado. A ver, si yo tengo que decidir en base a lo que salió, son 9 plantas floreadas en seis metros cuadrados, lo que estaría permitido como máximo desde la indicación de un médico que constate a través de una declaración jurada y ciertos requisitos para vincular el usuario a un médico y a un cultivo.

-Además, ciertas características para la producción. Por ejemplo, ¿de dónde viene la semilla? ¿Eso cómo funciona?

En el caso del Reprocann no lo indica.

-Algo tal vez diferente a lo que pasó en Uruguay, que con la especie no podés, tengo entendido, de cualquier semilla tener tu producción.

Hay todo un una serie de discusiones o de puntos a resolver con respecto a la línea de las semillas. Pero hasta donde tengo entendido, sos una producción a otra escala.

-Y hay un tema también económico. Tiene que ver con las patentes, que es una vieja pelea. La Ley de semillas, que es una discusión abierta en la Argentina, más vinculada a la agricultura, con los intereses de las grandes empresas, Monsanto, por ejemplo, que han patentado semillas y que pretenden que por el uso de esas semillas le paguen un royalty a ellos.

Te pregunto porque hay un ejemplo que me viene a la memoria que tiene que ver con los alimentos, que a ver si la equivalencia se entiende. Los ingleses tienen hace años un estudio donde indican que del total de las plantas del mundo, el 25 por ciento en promedio, son comestibles. Ellos han determinado, con estudios en distintos continentes, que por cada metro cuadrado, digamos, el 25 por ciento del suelo puede ofrecer plantas comestibles. Con lo cual el problema del hambre en el mundo, es una cuestión de distribución, una cuestión de equidad.

Con los medicamentos, ¿se podría establecer una situación similar y decir el problema no es de falta de medicamentos o de acceso a los mismos, sino de apropiación de las patentes? Lo estamos viendo ahora y todos hemos aprendido el tema de patentes con la vacuna del COVID. ¿Con esto puede pasar algo similar y pensar en una democratización del acceso a los remedios?

Y el cannabis puede ser un buen punto de partida, en donde es un acceso fundamentalmente, que es el punto donde todos los que actuamos en torno del cannabis terapéutico, del cannabis de uso médico y al cannabis de uso integral. En cierta forma es poder acceder y no tener un límite en el acceso.

Hace muy poco llegó a nuestro Centro, una familia en donde un neurólogo, que no tiene mucha relación con la cannabis y tampoco tuvo mucha formación receta un preparado farmacéutico de convupidiol, que cuesta un tratamiento entre 150 mil y 300 mil pesos por mes a una familia donde se tienen que arreglar, o pelearse con la Obra Social.

Y cuando intentamos acceder, o accedemos de hecho, a través de las ONG o del autocultivo soilidario, que son el colectivo que viene sosteniendo a este gran grupo de personas que necesita salud y necesita alivio, ese costo baja a 1500, 2000, 3000 pesos el preparado. 10 mil en el caso de las personas que pueden llegar a tener una alta dosis, entonces terminan por supuesto gastando un poco más, contra 300 mil. Entonces, por supuesto que va a haber competencia, va a haber lucha de patentes y todo eso.

Como médico puedo estar avalado para prescribir el combo o también puedo estar instruido, educado y formado para asesorar a una familia, para que se vincule con una ONG, para que cultive, para que designe un cultivador y tenga el mismo tipo de alivio. Entonces, eso es también poner a los profesionales de la salud entre la espada y la pared. Decir “bueno, te dejo usar cannabis, pero recetá solo con convupidiol”.

-Claro, lo que pasa es que hay que romper una estructura de pensamiento y de funcionamiento del sistema de décadas.

Educación, fundamentalmente. Tengo formación médica del universitariodesde la década de 1990 y hasta el 2001, que me recibí, y nunca ví una clase de sistemas cannabinoides. Sí, por supuesto “Cannabis, intoxicación aguda, marihuana, toxicología”.

-Y ni hablar del enfoque punitivo, el enfoque de seguridad. ¿Qué pasa hoy en las universidades?

Hoy, por suerte, hay otra voluntad, desde la Academia y distintas universidades, la Universidad Buenos Aires, la Universidad de Rosario y Universidades del Sur, Universidad Bahía Blanca, la de La Plata, por supuesto, están haciendo cursos de pregrado, posgrado o diplomatura y dándole ruedo a informar a los profesionales sobre esta herramienta.

-Comentábamos que la Argentina se estuvo preparando mucho tiempo para este momento. Tenemos especialistas como vos, que viajás por el mundo dando conferencias o instruyéndote. ¿Cómo estamos a nivel de infraestructura, como para decir podemos arrancar con la producción masiva o industrial?

La Argentina tiene una gran historia de cultura cannábica, por un lado. O sea que cuando haya que buscar asesoramiento sobre cómo cultivar esta planta, no va a ser difícil encontrar a quién preguntarle y obtener buena información. Después, desde lo agrícola, también es un país con vasta experiencia en la explotación. Así que en ese sentido está todo dado.

Más es una buena política regulatoria y un Estado que realmente vea en esto una oportunidad y proyectos estatales muy interesantes, buscando fundamentalmente el acceso y no vendiendo el recurso al extranjero, dejando la rentabilidad en nuestro país y generando todo lo que los beneficios para nuestra población.

-Esto lo enlazo con lo de las vacunas. Como que tenemos toda la posibilidad para producirla, pero se termina empacando en México y retarda la distribución acá.

Me faltó completar un dato más. Eso desde lo industrial que me preguntás a vos y desde lo civil también estamos preparados, porque es una pelea y una lucha que se viene dando hace mucho. Es algo que estamos solicitando, se viene haciendo igual, pero se hace desde la informalidad y siempre con el riesgo de la criminalización. Entonces también como sociedad estamos preparados para asumir esta responsabilidad y de poder llevar adelante el bienestar que las familias necesitan, sin necesidad únicamente de tener que recurrir a la industria y poder, desde la autogestión y la gestión colectiva, también satisfacer las mismas necesidades.

-¿Qué es el sistema endocannabinoides y cómo funciona?

Es un sistema que tenemos en todos nuestros organismos, un sistema endógeno de señales y de receptores, como los receptores que interactúan con cualquier otro fármaco.

Cuando se fue descubriendo los componentes que tenía la planta el THC, el CBD y los demás cannabinoides y vieron, en el siglo pasado, donde actuaban esos cannabinoides que tienen la planta encontraron los receptores. Cuando encontraron los receptores dijeron “¿por qué tenemos receptores los humanos, para qué están esos receptores? ¿Para que interactúen con esta planta?”.

Siguieron buscando y encontraron endocannabinoides, que son sustancias análogas muy parecidas en su estructura, a los que tiene la planta. Entonces, esas sustancias que nuestro propio organismo produce interactúan con esos receptores, generando fundamentalmente un homeostásis celular, que es un equilibrio en nuestras células y en el funcionamiento de todos los tejidos del cuerpo. Porque el sistema endocannabinoides atraviesa todo el organismo. Entonces nuestros órganos, el sistema nervioso central, el cerebro, los bronquios, el corazón, las glándulas, todas las partes del cuerpo tienen esos receptores.

Entonces cuando, tanto los endocannabinoides que son los propios de nuestro organismo como los que vienen de la planta, los fitocannabinoides, los cannabinoides de la cannabis, se pegan a los receptores generan: analgesia, disminución de los temblores, mejoría de estados de ansiedad, de depresión, de insomnio, tics, movimientos involuntarios en lo que es el sufrimiento crónico del estrés postraumático:

Por supuesto, no es que esto suceda por tomar una gota. Hay que encontrar, que para tal patología tener que utilizar tal preparado en tal dosis y bueno de esa manera ganar tiempo y disminuir sufrimiento y mejorar las perspectivas.

Si no, siempre hay que hacer un trabajo de dosificación incontrolados y buscar también la tolerancia, porque es una sustancia que actúa, como dije en todo el organismo, a través de este sistema de receptores puede generar presión baja, naúseas, puede generar dolor de cabeza.

-¿La forma de suministro de estos componentes? Uno conoce el aceite, digamos. Hay algunas otras maneras amables en relación con el cuerpo. Además de todo esto que estás describiendo, digamos, ¿en qué formato viene todo esto?

La planta de cannabis y sus derivados vienen tanto en la forma herbal, que son las flores de cannabis, las flores secas, fundamentalmente cuando se las utiliza para vaporizar o cuando no se dispone de una vaporización para las vías de administración. Puede ser la inhalatoria, es decir introducirlo por un vapor de cannabis que unos dispositivos lo pueden proveer o fumándolo al cannabis.

Por supuesto, el fumar cannabis no es la recomendación, por una cuestión pirolítica de la combustión del humo y de las sustancias tóxicas. Pero desde lo terapéutico es un recurso, porque la vía inhalatoria es de rápida acción. Entonces, en una crisis de dolor, utilizaría la vía rápida para salir de esa crisis o una crisis de náuseas en una persona que estaba con vómitos.

-Pero si lapersona no fuma.

Se lo intenta vaporizar e instruir en la vaporización. Después está la vía oral. Para la vía oral se utilizan los aceites y en algunos mercados hay industrias, hay cápsulas, spray, como los remedios convencionales.

Pero el Colegio de Médicos de Familia de Canadá prescribe y receta tanto flores secas para que sus pacientes usuarios, brindados muchas veces por el sistema de salud lo vaporicen , se lo fumen ó lo utilicen en vía oral con cápsulas y aceites.

-Ojalá podamos abrir un espacio de divulgación, una especie de taller de comunicación de todo esto, primero para aprender a nosotros también y después para que los que nos escuchan aprendan. Porque evidentemente es algo que se viene ya y aplica a un montón de aspectos del sentido común que hay que romper: cuestiones corporativas, de intereses y en definitiva, cuestiones de salud, con una visión distinta. Da la impresión que esto tiene una mirada absolutamente diferfente a esa relación que se establece entre la mayoría de los médicos, no por maldad, sino por la práctica que se va repitiendo de simplemente recetar un medicamento. Uno no termina sabiendo qué es lo que consume y en este caso, además, con una construcción mucho más horizontal. Esto rompe muchísimas lógicas y ojalá tengamos la fuerza histórica para que esto avance rápido. Desde la ciencia ustedes, desde la divulgación, la comunicación, nosotros y todos como consumidores, como usuarios de estos productos. Me parece que entre todo ese combo algo tienen que salir.

Se vienen nuevos tiempos, en donde siempre se viene estando mejor. Entonces, por supuesto, siempre hay cosas por corregir porque nada se implementa sin errores, pero hay que hay que mirar para adelante y hay mucho por bueno hacer.

www.doingcanna.com

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