Los primeros 6 aviones de combate F-16, usados y reacondicionados, adquiridos a Dinamarca aterrizaron en la Argentina y fueron presentados oficialmente en un acto encabezado por el presidente Javier Milei en el Área Material Río Cuarto, en Córdoba. Antes, hubo un sobrevuelo rasante sobre la Ciudad de Buenos Aires.
El Gobierno considera “histórico” esta adquisición que considera el inicio de un proceso de reequipamiento y que diferentes especialistas en defensa evalúan como un salto tecnológico relevante, aunque no exento de limitaciones ni controversias políticas.
Entre las voces críticas están las de quienes señalan la antigüedad de las naves (unos 40 años), frente a alternativas de primera mano, y de menor costo, como eran los aviones chinos. Por otra parte, siempre está presente el “veto” del Reino Unido a las compras militares de Argentina.
Nuestro país mantiene un conflicto abierto a partir de la ocupación de parte de su territorio. En las Islas Malvinas hay instalada una base de la OTAN y escindir el contexto geopolítico de esta adquisición es poco menos que una ingenuidad.
¡ARGENTINA, ARGENTINA! 🇦🇷
— Ministerio de Defensa (@MinDefensa_Ar) December 6, 2025
Formación perfecta de nuestros 6 F-16.
Desde muy temprano, una multitud los recibió mirando al cielo.
Familias, chicos, abuelos, todos viéndolos pasar tan cerca, sintiendo el sonido de sus motores y compartiendo algo único.
La Ciudad de Buenos Aires… pic.twitter.com/0D0vFspxq3
Un arribo con despliegue aéreo y fuerte impronta política
Los seis F-16, cuatro biplazas F-16BM y dos monoplazas F-16AM, realizaron un sobrevuelo sobre la Ciudad de Buenos Aires entre las 8 y las 8:45. Pasaron por la Casa Rosada, la Avenida de Mayo, la 9 de Julio y el borde del Río de la Plata antes de continuar hacia Córdoba.
En el acto oficial, el presidente Milei aseguró que la llegada de los cazas convierte este día en “histórico” para la defensa nacional: “con esta importante inversión vamos a robustecer sustancialmente nuestra fuerza aérea. Hoy todos y cada uno de nosotros estará un poco más seguro”.
El mandatario reivindicó la compra como parte de una política de reconstrucción militar tras “décadas de destrato” y defendió la designación del teniente general Carlos Presti como ministro de Defensa.
F-16: qué compró la Argentina y cuánto costará
La adquisición fue formalizada en marzo de 2024 por el entonces ministro de Defensa Luis Petri e incluye 24 aeronaves operativas y una destinada a entrenamiento, por un monto de US$ 301,2 millones, pagadero en cinco cuotas anuales sin interés.
A eso se suman $ 44.694 millones para obras de infraestructura entre 2024 y 2027, destinados a preparar el Área Material Río Cuarto y la VI Brigada Aérea de Tandil.
El paquete contempla el reacondicionamiento de hangares, pistas y depósitos, de centros de instrucción y simuladores y las mejoras tecnológicas a cargo de la firma danesa Terma, que actualizará los sistemas de guerra electrónica, software, herramientas de planificación y equipos de apoyo en tierra.
Además, Estados Unidos otorgó US$ 40 millones en Financiamiento Militar Extranjero para cubrir parte del pago inicial y autorizó la transferencia del material, dado que los F-16 son de producción estadounidense.
Cómo son los F-16: un salto tecnológico esperado por la Fuerza Aérea
Diseñado en los años ‘70 por General Dynamics, el F-16 Fighting Falcon es un caza supersónico compacto y multifunción, ampliamente utilizado por países de la OTAN.
Según la Fuerza Aérea estadounidense, se destaca por su alta maniobrabilidad, su buen desempeño en combate aire-aire y aire-tierra, la velocidad supersónica y los costos operativos relativamente bajos en comparación con otros cazas occidentales. Para la Argentina, supone recuperar una capacidad perdida en 2015 con el retiro de los Mirage.
Qué dicen los especialistas: fortalezas y puntos críticos
Los expertos consultados coinciden en que la incorporación era necesaria, pero advierten limitaciones.
Para Carlos Rinzelli, ex piloto y especialista aeronáutico los F-16 “pueden hacer ataques aire-aire y aire-tierra y son monomotores con muchísimo empuje que alcanzan velocidades supersónicas y soportan hasta 9G en maniobras”.
Sergio Eissa, especialista en defensa y relaciones internacionales, planteó reparos respecto a su desempeño en un eventual escenario de tensión por las Islas Malvinas: “el F-16 “no puede ir cargado hacia Malvinas y volver sin reabastecimiento”.
Eissa agregó que el Hércules C-130 no sirve para esa tarea, por lo que “habría que comprar un avión específico”. De todos modos, subrayó que la compra era indispensable dado el deterioro de la capacidad aérea argentina.
En la misma línea, Andrés Serbin Pont destacó que la llegada de los F-16 “es clave para recuperar la capacidad supersónica que no se reemplaza desde los años ’90”.
Por su parte, Agustín Rossi, exministro de Defensa y diputado electo, cuestionó la orientación geopolítica. El dirigente que ocupó la cartera en 2 oportunidades afirmó que la compra se explica por “el alineamiento internacional con Estados Unidos”.
Rossi recordó que existían otras opciones como los JF-17 chinos, “más baratos, con mejor financiación y absolutamente nuevos”.
Estados Unidos y Dinamarca: un respaldo explícito
La Embajada de Estados Unidos celebró la llegada de las aeronaves, a las que calificó como “un paso importante para modernizar la defensa argentina”.
Destacó que el acuerdo forma parte de un paquete más amplio, valuado en US$ 560 millones, que incluye capacitación, mantenimiento y apoyo logístico a largo plazo. La entrega total de 24 aviones se completará con tres tandas adicionales hasta diciembre de 2028.
Para Dinamarca, la venta se encuadra en el recambio de su flota hacia aviones F-35.
Un punto de inflexión para la Fuerza Aérea
Los F-16 operarán inicialmente en Río Cuarto, donde se realizan los trabajos de adecuación, y luego serán destinados a su base permanente en Tandil. La Fuerza Aérea considera que esta incorporación marca un cambio relevante después de más de una década sin un sistema supersónico operativo.
Pero el debate sobre el rumbo de la defensa nacional, sus costos, su financiamiento y su orientación internacional, seguirá presente. Al menos para buena parte del sistema político y militar, la llegada de los F-16 abre una nueva etapa para la capacidad aérea argentina.
