Gabriela Benac, socia gerente de Lácteos Luz Azul, explicó en diálogo con Pablo Mercau en Puro Contenido Radio, en qué consiste la promoción que acaba de lanzar la empresa, denominada “Mi sueldo, mi ley”. Además, un análisis de la compleja situación del sector y las acciones de la marca para sostenerse y crecer.
Gabriela Benac cuenta que hace un tiempo pensaron “cómo encarar el año con esta inflación que nos desborda a todos, que no es algo que podamos manejar ni controlar los empresarios: permanentemente nos suben las materias primas, los costos y realmente lo único que podemos hacer las empresas es trasladarlos al precio final”.
En ese sentido, señala que “como no hay una referencia de precios, pensamos en la forma de ayudar al consumidor, acompañar a nuestros clientes, entonces se nos ocurrió esto: sortear todos los meses un sueldo. Quisimos hacer algo divertido y acompañando la iniciativa de Javier Milei, no quiere decir que seamos ese partido ni que tengamos algo que ver, nosotros somos empresarios, fue que se nos ocurrió algo para hacer y jugamos con esto, que fue tan arrasador, lo que hizo Milei con su sueldo y quisimos hacer lo mismo”.
Gabriela Benac aclara que “detrás de eso no hay nada político, ni con doble intención, simplemente hacer algo divertido y que la gente se prenda”.
“¡Mi sueldo mi ley!”: Azulina quiere que llegues a fin de mes y por eso sorteará su sueldo
Con esta innovadora iniciativa Lácteos Luz Azul anuncia que sorteará $100.000 por mes entre sus clientes
Una vez más la pyme bonaerense nos sorprende con una singular estrategia de marketing para fidelizar y ayudar a sus clientes ante la difícil situación económica.
Con la frase. “¡Mi sueldo, mi ley!” la simpática y empática Azulina promete sortear su sueldo de $100.000 a partir de marzo.
¿Cómo participar? Los clientes deberán descargar la aplicación de Luz Azul, donde además de participar de sorteos masivos recibirán promociones y descuentos exclusivos.
Además de eso, la empresaria cuenta que tienen otras promociones. “El 11 de abril largamos con Los Azules: hemos emitido 4 millones de pesos, lo que para una pyme es bastante, en billetes Azules y cada $1000 de compra, vamos a regalar otro billete de $100 para futuras compras”, describe.
En esa línea, cuenta que están con una campaña de reciclaje, dónde llevando 5 potes de dulce de leche vacíos y limpios, van a entregar uno lleno.
“Son todas cosas que tratan de beneficiar al consumidor y al cliente. Si bien nosotros tenemos una excelente relación precio calidad, siempre tratamos estar muy competitivos. A veces el consumidor no lo puede ver o no lo nota, porque estamos mareados y no sabemos lo que valen las cosas”, dice Benac.
“Además, incorporamos nuevos canales de comunicación con nuestros clientes para que puedan hablarnos de manera directa, hacer pedidos, consultar descuentos y acceder a promos exclusivas como WhatsApp. También tenemos presencia en las principales redes sociales como Instagram y Tik Tok, para poder estar cada vez más cerca, escucharlos, leerlos, contarles nuestras novedades, anticiparles los próximos sorteos y las últimas promociones lanzadas”, agrega Gabriela Benac.
“Sabemos que este año nuestros clientes nos necesitan más que nunca, por eso decidimos ayudarlos”, dice la directora de Lácteos Luz Azul cuando se le pregunta por la singular estrategia de marketing de su compañía.
-Ustedes tienen una política vinculada a los márgenes de ganancia. Pasa por ahí también, ¿el hecho de, en una situación difícil, que todos los sectores pongan el hombro?
-Totalmente. Nosotros el año pasado planteamos una inversión, con mejoras en nuestra producción y este año, eso es impensado, invertir en mejorar las líneas productivas, en sacar nuevos productos.
Realmente los márgenes se nos han achicado muchísimo. Calculá que hoy un empleado de comercio, aparte del sueldo que le tenemos que pagar, nos sale $40.000. Un empleado de la industria nos sale entre 60 y $70000 extras, de impuestos nada más. Y al empleado le paguemos lo que le paguemos, tampoco le alcanza.
Entonces hay como un desfasaje, que para las empresas se nos ha hecho inaccesible: los costos fijos, los gastos, los sueldos, los impuestos y para el empleado tampoco le alcanza. Estamos todos en el medio de un ciclón y no sabemos cómo salir. Hoy las empresas realmente no estamos ganando dinero. Nosotros tenemos 68 locales en todo el país, 8 son propios y 60 franquiciados. En estos días, vamos a hacer reuniones, capacitaciones y juntarnos con los franquiciados para buscarle la vuelta de lo que tenemos que hacer para ganar dinero o para no perder, para poder seguir teniendo los locales abiertos. La situación en estos últimos 6 meses se complicó muchísimo.
Otra interesante iniciativa que lanzó esta empresa familiar es la MONEDA AZUL. ¿De qué se trata? Cada $1.000 que consuma en el local, el cliente recibirá un billete de 100 Azules que corresponderán a un monto igual a $100 para su próxima compra EN EFECTIVO.
Estas innovadoras campañas se suman a los DESCUENTOS INSTANTÁNEOS que el cliente podrá descargar desde la aplicación y utilizar en las cajas de los locales al momento de pagar; y DESCUENTOS LOCOS, que tal como el año pasado, continuarán 2022 y se irán renovando mes a mes.
-¿Y cómo fue el tránsito por los meses más duros de la pandemia?
Algunas empresas, como nosotros, la pasamos bastante mejor porque estaban todos los negocios cerrados y la gente la plata que tenía o la poca plata que tenía, la derivaba la comida.
-No había esparcimientos, no había posibilidad de otra salida.
Claro, no había nada que comprar no había vacaciones no había cine . Y ahora, gracias a Dios, porque si no las otras empresas tampoco iban a poder subsistir, hoy la poca plata que tiene la gente y es lo correcto, la tiene que distribuir como puede. Obviamente, en ese sentido, la torta se ha achicado mucho y hay menos para cada uno.
-En un mercado muy concentrado como es el de los lácteos, ¿cómo hace una empresa como Luz Azul para hacerse lugar?
-La verdad es que nosotros antes teníamos que luchar en los hipermercados, en los súper, en los distribuidores, abriendo los caminos ante empresas enormes que todos las conocemos. Una de las cosas que hicimos, el gran sacrificio, fue que fabricamos nuestro propio camino con estos casi 70 locales en todo el país. Entonces nosotros hoy estamos luchando contra el propio mercado, no te digo que estamos luchando posición en una góndola. Hoy para una pyme eso es terrible, porque encima las grandes cadenas pagan el precio que quieren, al tiempo que quieren. Parece increíble, pero hoy en la Argentina tenés pagos de hasta 120 días.
– Y ustedes los sueldos pagan mes a mes y la materia prima la tienen que tener al día.
-Nosotros a los tamberos las tenemos que pagar. Este es un producto que tiene una vida útil muy corta y cómo hacés para pagarlo muy largo. A nosotros todos los días nos entra la leche, a la vaca no se le puede decir: “che, mirá que me bajaron las ventas, hoy no des leche”.
La verdad es que ser hoy una pyme en la Argentina es una locura y más una pyme láctea, donde vos no puedes regular tu fabricación, es un constante correr detrás de la venta.
Cada mes la aplicación les indicará cuáles serán los pasos que deberán seguir para poder participar. “Todos los meses los usuarios deberán hacer clic en la imagen de SORTEO que encontrarán en la aplicación y seguir las diferentes condiciones que se piden para poder participar. El primer mes, marzo, la condición para participar será que descarguen la APP. Pero en los meses sucesivos deberán realizar compras de determinados productos y determinadas acciones que iremos definiendo mes a mes”, explica Gabriela Benac, directora de Lácteos Luz Azul.
-En el contexto de decisiones que está tomando el gobierno con respecto a la inflación, ¿qué lugar hay para empresas como la de ustedes?
-Una de las cosas en la que estoy totalmente en desacuerdo con las decisiones del gobierno es que ponga precios fijos, o precios cuidados, que en realidad terminan siendo un engaño para el consumidor, porque despues querés ir a comprar estos productos y no están en góndola.
Los productos tienen su costo natural, que se componen de determinada cantidad de cosas y no podemos ir contra eso. Lo de precios cuidados nunca próspero y termina siendo perjudicial para las empresas y el consumidor tampoco lo puede adquirir al producto, porque no lo encuentra o no está en determinados lugares.
La inflación nos está consumiendo, nos pone a todos cada día más pobres y entiendo que esto se trata de una cuestión de confianza. Me parece que hasta que no tengamos un gobierno, este o cualquiera, no me importa la bandera política, que no genera confianza, a largo plazo y que todos estemos dispuestos a poner el hombro, arrancando desde la cúpula política.
Con una inflación, que este año cálculo puede superar el 60%, ¿qué planificación podés hacer? ¿Cómo poder pensar más allá de 15 o 20 días?
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