Los trabajadores del establecimiento describieron una grave situación: “casi todo el edificio está sin gas, excepto la cocina”. Según los empleados, les han pedido utilizar equipos eléctricos para la calefacción, pero afirman que “el lugar no está preparado para soportar estufas o equipos de calefacción” que requieran electricidad.
Héctor Ortiz, enfermero y delegado de ATE (Asociación de Trabajadores del Estado), confirmó que llevan tiempo sufriendo problemas con el suministro de gas y que han tenido que suspender la realización de estudios debido a cortes de luz provocados por sobrecargas eléctricas.
“En el invierno vamos a padecer el frío, en el verano padecemos el calor porque no hay mantenimiento. Las empresas privadas no cumplen con lo que tienen que cumplir y, lamentablemente, esto hace años viene deteriorándose. No solamente en el mantenimiento. No invierten absolutamente en nada”, señaló Ortiz.
Falta de inversión y respuesta oficial
Ortiz también denunció que, como empleados, comunican a sus superiores el deterioro o la falta de suministros, pero que desde el Gobierno de la Ciudad “no responden y no se preocupan porque las empresas de mantenimiento son privadas”.
“Los dueños de las empresas se llevan millones y no invierten absolutamente un peso en los hospitales. Las autoridades saben, todos los años están los reclamos pertinentes, pero no hay una solución de fondo. Siempre son parches, pero no resuelven”, sostuvo Ortiz.
El problema del Durand no es un caso aislado. Según Ortiz, esta situación se replica en los 34 hospitales de la Ciudad en mayor o menor medida. Este contexto se agrava debido a que las empresas de gas han suspendido el suministro de gas natural licuado “por razones de fuerza mayor hasta nuevo aviso”, afectando no solo a Buenos Aires, sino también a Córdoba, Santa Fe, Catamarca, La Rioja y Mendoza.
La situación en el Hospital Durand y otros centros de salud de la Ciudad de Buenos Aires refleja una problemática recurrente que afecta tanto a trabajadores como a pacientes, en un contexto donde la falta de inversión y mantenimiento adecuado genera condiciones precarias de trabajo y atención médica.
