“Es necesaria la transición energética, pero no la que propone el Norte global”

Lo sostuvo Damián Verzeñassi, director del Instituto de Salud Socioambiental de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario es parte de la presentación del “Equipo Transiciones” para construir un camino que “contemple a la sustentabilidad ambiental y la justicia social”.

En el auditorio de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), se lanzó el “Equipo Transiciones”, un grupo de trabajo del que Damián Verzeñassi es parte.

El director del Instituto de Salud Socioambiental de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario es una de las figuras cuyo recorrido está vinculado desde hace años a estos temas.

La presentación del “Equipo Transiciones”.

En tiempos en que la mayor parte de “la población todavía no sabe bien de qué estamos hablando cuando nos referimos a la ecología”, y que no se trata solo de reciclar basura, sino de un amplio espectro de actividades y estudios, incluyendo la medicina y la investigación científica.

En ese sentido, Verzeñassi coincidió y afirmó que “la cuestión ambiental o de la ecología ha sido reservada a un grupo de privilegiados que se dedican a cuidar pingüinos y ballenas”. Este enfoque, dijo, ha excluido a la mayoría de la población de una preocupación que debería ser universal, dado que estamos hablando de la habitabilidad y la posibilidad de seguir viviendo en nuestro planeta.

En la entrevista con el programa “En el día a día”, por Radio República AM 770, Verzeñassi explicó que estamos en una situación de “poli crisis” a nivel planetario, que incluye la crisis climática, la pérdida de biodiversidad, la contaminación, y las crisis sociales y económicas. Estas condiciones adversas afectan la capacidad de transitar saludablemente nuestras vidas en el planeta.

Desde el año pasado, un grupo de intelectuales y académicos, convocados por Maristella Svampa y Enrique Viale, comenzaron a reunirse para pensar en las transiciones energéticas necesarias. Estos encuentros culminaron en la creación del equipo, que busca construir un nuevo tipo de lógica social y un estado eco-social.

En la entrevista también se abordó la transición energética global. Sobre el plazo fijado para 2040, en el que se debería cambiar la matriz energética, Verzeñassi criticó el enfoque del norte global que busca mantener el mismo nivel de consumo actual, pero con energía de otra fuente, lo cual es inviable. Señaló que “el 1% de los más ricos del planeta emite el 19% de los gases de efecto invernadero, mientras que el 50% más pobre emite solo el 7%”.


“La pregunta es para qué tenemos que sacar litio, hacer hidrógeno verde: ¿para seguir manteniendo el mismo nivel de consumo que tenemos hoy, que nos llevó a esta crisis planetaria y a esta híper generación de residuos?

Damián Verzeñassi

Además, argumentó que “necesitamos construir una discusión fuerte y sencilla para identificar qué necesitamos en nuestros territorios para tener habitabilidad, acceso a alimentos saludables, derecho al trabajo digno y políticas de cuidado que sean políticas públicas”.

En esa línea, hizo hincapié en la necesidad de rechazar las falsas soluciones y la transformación de nuestros territorios en áreas de sacrificio para mantener el consumo de los territorios del norte global. En este sentido, e “Equipo Transiciones” busca dialogar con todos los sectores de la sociedad para construir alternativas viables para nuestro país.

En 2016 se hizo un juicio a la empresa Monsanto por “ecocidio” y Verzeñassi fue el único latinoamericano que expuso como testigo ante el Tribunal de La Haya.


Finalmente, se mencionó la experiencia de los campamentos sanitarios en la Universidad de Rosario, realizados desde 2010 hasta 2019 y que demostraron el impacto de los agrotóxicos en la salud, incrementando el riesgo de cáncer en los territorios fumigados. Verzeñassi señaló que “el incremento del uso de venenos no tiene proporción con el incremento de la superficie de producción agroindustrial, generando un aumento significativo del riesgo de enfermar y morir de cáncer”. En el caso de la población joven, la mortalidad es 2,5 veces mayor que el promedio del resto del país.

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