En una decisión que recuerda las alertas globales recientes, la Organización Mundial de la Salud (OMS), la declaró debido al brote de viruela del mono (mpox) en África.
Esta nueva y más letal cepa ha superado en gravedad al brote que sacudió al mundo entre 2022 y 2023, generando una rápida movilización internacional.
El anuncio se realizó el pasado miércoles, cuando un comité de emergencia de la OMS evaluó la situación y determinó que el actual brote de mpox en África, donde ya se han registrado más de 14.000 casos y 524 muertes, representa una emergencia de salud pública de interés internacional, el máximo nivel de alerta según el derecho sanitario global.
El Director General de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, advirtió sobre la complejidad del brote en curso. “Estamos lidiando con varios brotes de diferentes clados en diferentes países, con modos de transmisión y niveles de riesgo variados”, señaló durante la reunión del comité. La diversidad de las cepas, incluida la peligrosa clado I, y las distintas realidades epidemiológicas en los países afectados, complican aún más la respuesta sanitaria.
Ante esta situación, la OMS ha diseñado un plan de respuesta regional que requiere una inversión de 15 millones de dólares, destinado a la vigilancia, preparación y acción frente al brote. Hasta el momento, la organización ha asegurado 1,45 millones de dólares de un fondo de emergencia, pero la brecha financiera persiste, lo que ha llevado a la ONU a hacer un llamado a los donantes internacionales.
El epicentro de esta nueva crisis es la República Democrática del Congo, país que se ha visto particularmente afectado, especialmente entre la población infantil. Estados Unidos, consciente de la gravedad del brote, se comprometió a aportar 424 millones de dólares en ayuda, que incluyen 50.000 dosis de vacunas destinadas a contener la propagación del virus en la región.
Aunque los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) han alertado a los médicos sobre la posibilidad de aparición de esta nueva cepa en otros países, enfatizaron que el riesgo de importación a los Estados Unidos sigue siendo bajo.
La memoria de la crisis mundial de mpox entre 2022 y 2023, que dejó más de 87.000 casos y 140 muertes, sigue latente. Sin embargo, la OMS y los organismos internacionales se enfrentan ahora a un reto aún mayor: contener un brote que, si no se actúa con rapidez, podría desatar una nueva crisis sanitaria global.
