El estudio del Departamento de Economía Política del Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini analiza la caída de los precios internacionales en los productos del campo, el tipo de cambio y las variables climáticas.
“El ajuste en el agro pampeano: Panorama económico de cultivos agroindustriales”, es el informe que elaboró Rolando García Bernado, en que brinda un análisis detallado sobre la situación productiva de cultivos como trigo, maíz, soja, girasol, sorgo y cebada en Argentina a junio de 2024.
El estudio del investigador, Dr. en Desarrollo Económico (UNQ), e investigador en IDEPI/UNPAZ y CONICET, se enfoca en los márgenes de rentabilidad, las fluctuaciones en los precios internacionales, la estructura de costos (en particular, el impacto del arrendamiento), y la competitividad de las exportaciones afectadas por el tipo de cambio real.
García Bernado analiza el impacto del arrendamiento en la rentabilidad agrícola y asegura que más del 70% de las tierras productivas son arrendadas. Esto “juega un papel crucial en la presión sobre los márgenes netos, especialmente en cultivos como la soja y el maíz”.
En cuanto a los desafíos climáticos, se consigna que las regiones claves enfrentarán sequías, lo que afectará los rendimientos de cultivos críticos como la soja y el maíz, lo cual añade otra capa de “complejidad para los productores”.
En la campaña agrícola 2024/2025, la estructura de costos de los cultivos en Argentina refleja una carga significativa en dos categorías principales: costos de comercialización y cosecha, y el alquiler de tierras.
Otro aspecto destacado del informe, coordinado por Martín Burgos y Genaro Grasso, se centra en la competitividad internacional y los precios de exportación. A pesar de una caída en los precios internacionales de soja y maíz, cultivos como el trigo y la cebada han mostrado cierta resistencia. El tipo de cambio “ha afectado la competitividad exportadora”, reduciendo de ese modo los ingresos en dólares.
“La campaña agrícola 2024/2025 en Argentina estará marcada por grandes desafíos en términos de precios, costos y competitividad exportadora”.
También se balancean las diferencias entre productores con tierras propias y arrendadas: los productores con tierras propias están mejor posicionados para enfrentar la campaña 2024/2025 en comparación con aquellos que dependen del arrendamiento.
Como parte de las conclusiones García Bernado asegura que “con el tipo de cambio apreciado y la reducción en la brecha entre el “blend” y el MEP, vienen dos efectos contradictorios: por un lado, la cantidad de dólares que recibe un productor por peso es mayor hoy que un año atrás. Hoy es más barato capitalizarse en dólares”.
“La situación actual de la producción agrícola en Argentina a junio de 2024 revela un panorama desafiante pero no catastrófico”.
Destaca que, aunque los precios internacionales están a la baja, “cultivos como la soja aún muestran cierta resiliencia, lo que mitiga las dificultades”. Sin embargo, destaca, “el contexto es difícil para otros cultivos como el maíz y el trigo en tierras arrendadas, donde los márgenes netos son más ajustados o incluso negativos”.
Por último, alerta sobre que una baja esperada en el precio de la soja, por mejoras en las perspectivas climáticas, “puede terminar de complicar el panorama”.
Rolando García es Dr. en Desarrollo Económico (UNQ), Investigador en IDEPI/UNPAZ y CONICET. Es analista de mercados agropecuarios y sistema agroalimentario. Ha publicado en múltiples revistas científicas y medios periodísticos. Es miembro del Grupo Agrario Nacional (GAN) y participa del grupo Desarrollo y Ambiente del CCC, desde donde escribió sobre transición productiva en el agropampeano libro “Desarrollo y ambiente. Problemas y debates desde la periferia”.