2,8% de inflación en abril: el Gobierno celebra un freno al crecimiento del IPC

El descenso general de la inflación muestra un núcleo resistente y un efecto limitado de la devaluación. Cuáles fueron los rubros que más crecieron y cuánto hay de acumulado en 2025.

El Índice de Precios al Consumidor (IPC) de abril mostró una notable desaceleración mensual, situándose en 2,8%, en comparación con el 3,7% registrado en marzo. Este descenso fue impulsado principalmente por una moderación significativa en los rubros estacionales (1,9%) y regulados (1,8%), tras los fuertes incrementos del mes anterior. En términos acumulados, la inflación alcanzó el 11,6% en lo que va del año, mientras que la tasa interanual se ubicó en 47,3%, reflejando aún un nivel elevado de precios relativos.

No obstante, la inflación núcleo —que excluye componentes estacionales y regulados y refleja la dinámica más persistente de precios— se mantuvo alta en 3,2%, mostrando resistencia a la baja. Este nivel indica que los precios de bienes y servicios no regulados aún absorben los efectos de la inercia inflacionaria y de expectativas elevadas, más allá del anclaje nominal que intenta imponer el nuevo régimen de bandas cambiarias.

En este contexto, la devaluación del dólar oficial a mediados de abril (+11,4%) tuvo un impacto menor al esperado sobre el índice general. Aunque hubo cierto traslado a la inflación núcleo, el efecto en los precios fue limitado, posiblemente debido al contexto de demanda deprimida y la señal del Banco Central de mantener el tipo de cambio dentro de las bandas preestablecidas. Este esquema, junto con la reducción de los precios de los combustibles y medidas para abaratar ciertos bienes (como la eliminación de aranceles a electrónicos), ayudó a limitar el efecto inflacionario del salto cambiario.

De cara al futuro, la atención se centrará en si la inflación núcleo logra romper su resistencia y acompañar la tendencia descendente de la inflación general. El desafío de desarmar la inercia sin nuevos shocks cambiarios o fiscales será clave para sostener la desinflación.


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