A 23 años de la represión de 2001, la Corte Suprema ratificó las condenas a Mathov y Santos

La Corte Suprema de Justicia dejó firmes las condenas a prisión de Enrique Mathov, exsecretario de Seguridad, y Rubén Santos, exjefe de la Policía Federal, por su responsabilidad en la brutal represión durante las protestas de diciembre de 2001, que dejaron un saldo de 39 muertos en todo el país.

La decisión judicial se conoce a menos de dos meses de cumplirse 23 años de los hechos que marcaron la caída del entonces presidente Fernando De la Rúa.

El fallo del máximo tribunal, que declaró “inadmisibles” los recursos extraordinarios presentados por las defensas de los condenados, ratificó las penas impuestas por la Cámara Federal de Casación.

Mathov deberá cumplir 4 años y tres meses de prisión, mientras que Santos enfrentará una pena de 3 años y seis meses. Ambos habían sido encontrados culpables en 2016 por el Tribunal Oral Federal 6, en el marco de la causa que investigó las muertes de Gastón Riva, Carlos Almirón y Diego Lamagna, y las lesiones sufridas por decenas de manifestantes durante la represión en Plaza de Mayo, en diciembre de 2001.

Corte Suprema
Rubén Santos y Enrique Mathov, en tiempos del gobierno de la Alianza.

Las manifestaciones, que fueron reprimidas bajo el estado de sitio decretado por De la Rúa, dejaron además un saldo de más de 100 heridos, incluyendo los casos de tentativa de homicidio de Martín Galli y Paula Simonetti. La represión no solo afectó a la Ciudad de Buenos Aires, sino que se extendió al interior del país, dejando un total de 39 muertos.

Corte Suprema
El fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

Tanto Mathov como Santos permanecían en libertad hasta ahora, debido a que las condenas no estaban firmes. No obstante, al ser ambos mayores de 70 años (Mathov tiene 76 y Santos, 78), podrían solicitar cumplir sus penas bajo arresto domiciliario.

Por otro lado, la Corte también declaró “inoficiosa” la revisión de la condena del expolicía Norberto Gaudiero debido a su fallecimiento, lo mismo que ocurrió con el expolicía Raúl Roberto Andreozzi.

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