[11 de febrero de 2021] #Editorial Personajes como el “El Presto”, violentos y provocadores, consiguen fama a ese precio. En otro orden de cosas, hay quienes acumulan dinero sin importar el modo. Pero cuando la política, como en el caso de Patricia Bullrich reuniéndose con “El Presto”, apela a consolidar posiciones y sumar electoralmente a como de lugar, sin un mínimo estándar de calidad argumental, la banalización de la democracia toca límites muy peligrosos.