El ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, se reúne con su par estadounidense en Washington para abordar el suministro de sistemas de defensa aérea a Ucrania y la presencia de tropas estadounidenses en Alemania.
El ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, inició hoy un viaje a Washington con el objetivo de coordinar con su homólogo estadounidense, Pete Hegseth, el apoyo continuo a Ucrania y fortalecer la cooperación militar en el marco de la OTAN. Esta visita, la primera de Pistorius desde que el presidente estadounidense Donald Trump asumió el cargo en enero, se produce en un momento crucial para la seguridad europea y la alianza transatlántica.
Uno de los puntos centrales de la agenda es el suministro de nuevos sistemas de defensa aérea a Ucrania. Tras una conferencia sobre la reconstrucción de Ucrania celebrada en Roma, el canciller alemán, Friedrich Merz, anunció la disposición de Alemania a adquirir sistemas de defensa aérea Patriot a Estados Unidos para entregarlos a Kiev. Trascendió que la oferta incluye dos sistemas Patriot, y un tercero sería financiado por Noruega. Ucrania manifestó la necesidad de diez unidades de este sistema de fabricación estadounidense para reforzar sus capacidades defensivas.
Las conversaciones entre Pistorius y Hegseth también abordarán la presencia de 38.000 soldados estadounidenses en Alemania. Durante su primer mandato, el presidente Trump había considerado una reducción drástica de este contingente, pero su postura pareció suavizarse tras una visita de Merz a la Casa Blanca a principios de junio. Trump aseguró al canciller alemán que, si Alemania deseaba la permanencia de las tropas, él estaría dispuesto a mantenerlas. Sin embargo, persiste la incertidumbre sobre si Trump cumplirá la promesa de su predecesor, Joe Biden, de desplegar misiles de medio alcance estadounidenses en Alemania el próximo año.
Otro tema relevante en la agenda es la adquisición por parte de la Fuerza Aérea Alemana de 35 aviones de combate F-35, valorados en 10.000 millones de euros (11.700 millones de dólares), a la empresa estadounidense Lockheed Martin. La entrega de estos aviones está prevista a partir de 2026 y su importancia radica en su contribución a la disuasión nuclear de la OTAN, ya que podrían ser utilizados para lanzar armas nucleares estadounidenses almacenadas en Alemania.