El informe señala que estas restricciones afectan principalmente a productos como la carne vacuna y la harina de soja, que son importantes para la economía argentina. El crecimiento de medidas no arancelarias en países como Indonesia, Malasia y Vietnam ha limitado el ingreso de estos productos argentinos a sus mercados.
El investigador de la cátedra de Economía General de la FAUBA, Luciano Cristofaro, explicó que las medidas no arancelarias implementadas por estos países han reducido significativamente las exportaciones argentinas de agroalimentos. En el caso de Malasia, donde el consumo de carne halal es predominante, Argentina ha presentado una preocupación comercial ante la Organización Mundial del Comercio debido a las restricciones impuestas, que representan una pérdida de ingresos cercana a los US$90 millones anuales.
En cuanto a Indonesia, que impide la importación de carne vacuna argentina por razones sanitarias, Cristofaro indicó que las exigencias de este país son incompatibles con las normas de la Organización Mundial de Sanidad Animal, lo que ha llevado a una pérdida de exportaciones de carne por un valor superior a los US$200 millones al año.
Por otro lado, Vietnam, un mercado clave para la harina de soja argentina, ha establecido barreras comerciales difíciles de cumplir en términos de etiquetados, pruebas de laboratorio y certificaciones, lo que ha resultado en una pérdida anual de alrededor de US$300 millones para Argentina.
Ante este panorama, Cristofaro enfatizó la necesidad de abordar estas restricciones mediante acciones como informar a los productores sobre las preferencias de consumo, negociaciones gubernamentales para facilitar el comercio y promover un etiquetado adecuado para cumplir con las exigencias de los mercados asiáticos afectados.