Carlos Ugas Lisboa, encargado de prensa del Partido Comunista de Chile, detalla el escenario que dejó la primera vuelta: una estrecha ventaja para Jeannette Jara sobre José Antonio Kast, el crecimiento de la ultraderecha y una disputa marcada por la comunicación, la seguridad y la realidad material de los votantes.
La comunicación con Santiago de Chile había quedado pendiente desde el martes anterior en Informe de Pájaros, por Radio con Aguante. El cierre de campaña de Jeannete Jara, de cara a las presidenciales, había vuelto imposible cualquier contacto: las señales colapsadas, la plaza repleta, el ruido de una elección que ya tensaba a todo Chile.
Finalmente, Carlos Ugas Lisboa, jefe de la Oficina de Prensa del Partido Comunista de Chile y editor político de la Red de Emisoras Nuevo Mundo, atendió desde el otro lado de la cordillera y abrió la charla con un saludo a “los miles de chilenos y chilenas que aún viven en Argentina”.
La victoria ajustada de Jeannette Jara en la primera vuelta, apenas tres puntos por encima del ultraderechista José Antonio Kast, ¿es una buena o una mala noticia?
Carlos eligió la metáfora futbolera: “Se ganó. No fue 10 a 0. Fue 1 a 0. Pero se ganó”. La candidata del PC, apoyada por la coalición más amplia desde el retorno democrático, había quedado primera. Un triunfo medido, pero triunfo al fin. Y sobre todo, subrayó, un resultado que tampoco dejó satisfecha a la derecha.
La referencia histórica surgió enseguida: Gabriel Boric, recordó Carlos Ugas Lisboa, también había quedado segundo en la primera vuelta de 2021, con cuatro puntos de diferencia frente a Kast. Y sin embargo dio vuelta la elección. “La segunda vuelta es otro partido —insistió Carlos—: otros 90 minutos. Y si hay que ir a penales, se va a ir”.
Una campaña en medio de lo que el PC de Chile define como “dictadura mediática”
Cuando la conversación giró hacia la comunicación, Carlos fue categórico: la primera vuelta se jugó en un terreno profundamente desigual. “Vivimos una verdadera dictadura mediática”, dijo.
El control de los canales privados, la presión sobre el canal estatal debilitado económicamente y una agenda informativa monolítica favorecieron, asegura, a la derecha y en particular a Kast.

Carlos Ugas Lisboa, jefe de la Oficina de Prensa del Partido Comunista de Chile y editor político de la Red de Emisoras Nuevo Mundo
Ante ese escenario, la campaña de Jara apostó a dos frentes:
- aceptar todas las invitaciones televisivas, aun cuando el clima fuera adverso;
- fortalecer el vínculo con radios regionales, donde la candidata podía desplegar cercanía, empatía y conversación.
El contraste entre percepción y datos también fue parte del diagnóstico. Ugas Lisboa reveló que la Fundación Paz Ciudadana, ligada históricamente a la derecha y encabezada por el presidente de El Mercurio, había difundido un estudio apenas replicado en medios, donde se mostraba que las tasas reales de victimización, homicidios y denuncia en Chile estaban lejos del dramatismo con que se presentan en televisión. “El temor es abismal. Las cifras no”, sintetizó.
Kast, Milei y los alineamientos internacionales que inquietan en Chile
La mesa planteó otro punto: durante la primera vuelta, Kast había mantenido distancia pública de Javier Milei. Pero ahora, en tiempos de definiciones, el acercamiento parecía inevitable. Y así había sido.

Números de las elecciones en Chile
Mucha paridad entre los dos principales postulantes, con ventaja para la derecha de cara al ballotage del 14 de diciembre.
(Datos en Decide Chile 2025)
Para Carlos, el problema no es sólo simbólico. “Hay temas geopolíticos de fondo”, advirtió. Un eventual alineamiento entre Kast, Milei y Trump podría impactar en cuestiones sensibles como la soberanía antártica o la Patagonia. “La situación de Milei respecto a Estados Unidos es muy comprometedora y puede afectar a ambos países”.
Además, añadió, los triunfos comunicacionales atribuidos a Milei por la derecha chilena omiten un dato central: “la cantidad de millones de argentinos y argentinas que están sufriendo”.
El voto joven, el “ni fachos ni comunachos” y el desafío de disputar el sentido común
Otro eje clave de la conversación fue la irrupción de un candidato outsider de centro derecha, Franco Parisi, que sumó un 20% inesperado y cuya consigna “Ni fachos ni comunachos” conectó de forma poderosa con sectores desencantados. Carlos lo definió como un fenómeno subestimado por las encuestas y frenado, en parte, por la misma operación mediática conservadora que favoreció a Kast.
La juventud aparece como otro territorio en disputa. Aunque se anticipaba un voto juvenil fuerte para la ultraderecha, el escrutinio final mostró un panorama más matizado, pero igualmente preocupante para la izquierda. Carlos fue autocrítico: “Hay una anomalía social: que los jóvenes voten a la derecha. Tenemos que entender por qué”.
En la campaña parlamentaria, el Partido Comunista sí logró sintonía con ese electorado a través de contenidos creativos y estrategias digitales planteadas por equipos jóvenes. “Hay que atreverse a hacer cosas nuevas”, insistió.
Lo material, lo concreto, lo cotidiano: el giro comunicacional que se viene
La conversación avanzó hacia un diagnóstico compartido: la extrema derecha global ha sabido apropiarse del sentido común al hablar de lo tangible, del salario, del precio del pan, de la inseguridad cotidiana, mientras la izquierda quedó atrapada en narrativas abstractas de “sueños” y “justicia futura”.
Carlos lo dijo sin rodeos, citando un reciente encuentro internacional: “No podemos construir discurso sin tocar la realidad material de la gente. Se la hemos entregado a la ultraderecha”.
Entre los ejemplos mencionó propuestas populares del outsider como eliminar el IVA a medicamentos y a la canasta básica, o limitar los sueldos estatales más altos. Ideas que el comando de Jara evalúa incorporar, precisamente porque conectan con malestares reales.
Llamamos a la unidad sin descalificaciones, con respeto y con convicción democrática. Chile necesita sumar, no dividir. Mientras otros siembran odio, nosotros trabajamos por un país que avance junto. 🇨🇱 #UnidadPorChile pic.twitter.com/vaxUl2Hedu
— Jeannette Jara Román (@jeannette_jara) November 12, 2025
El recorrido de Jara y la promesa de un país más vivible
Al recordar el desempeño de Jeannette Jara como ministra de Trabajo durante el gobierno de Michelle Bachelet (aumento histórico del salario mínimo, avances previsionales pese a la resistencia de la derecha, leyes contra el abuso laboral), explicó que la campaña se apoyó en una narrativa de eficacia y trabajo concreto: mostrar que la candidata “hace cosas”, aun en minoría parlamentaria.
Y remarcó que ahora, de cara al ballotage, la estrategia apunta a hablarle directamente a quienes necesitan llegar a fin de mes. “Hay que decirle a la gente: usted va a vivir mejor con estas medidas”.
Seguridad, narcotráfico y las tareas pendientes de la izquierda
Finalmente, Ugas Lisboa lanzó un último planteo: que la izquierda debe abandonar la incomodidad histórica frente al tema seguridad. “Somos los primeros que queremos nuestras poblaciones libres del narco”, afirmó. Y advirtió que dejar ese terreno en manos de la derecha sólo habilita la expansión del fascismo en los barrios, algo que Argentina conoce de cerca.
Un ballotage abierto
En Chile, la segunda vuelta es casi una institución. Un partido aparte. Otro clima. Otra correlación.
Jara llega con un triunfo ajustado y un desafío monumental: convencer a un país que votó fragmentado, enfrentado a un ecosistema mediático adverso y con una ultraderecha que avanza con coordenadas globales.
Pero la frase que dejó resonando Carlos Ugas Lisboa fue futbolera e inevitable: “Este es el partido de vuelta. Y lo vamos a jugar con alargue y penales, si hace falta”.
Informe de Pájaros
📅 Martes | ⏰ 20 a 22 en Radio con Aguante
📍Con Pablo Mercau, Solana López, Jorge Kreyness y Luana Haiht.
