El Senado de Argentina se vio envuelto en tensiones políticas durante el inicio del debate sobre el “megadecreto” del presidente Javier Milei, que busca desregular la economía del país. La tensión con la vicepresidenta Victoria Villarruel.
El Senado argentino dio inicio al esperado debate sobre el Decreto de Necesidad y Urgencia 70/2023 (DNU), firmado por el presidente Javier Milei en diciembre pasado, desatando un clima de tensión política en la sesión inaugural. Este decreto, conocido como el “megadecreto”, abarca cientos de artículos que proponen desregular la economía nacional, una medida emblemática en la agenda del mandatario que refleja su ideología libertaria.
La jornada estuvo marcada por enfrentamientos entre el presidente Milei y la vicepresidenta Victoria Villarruel, quien también preside el Senado y es responsable de dirigir las sesiones parlamentarias. Villarruel, en su rol institucional, lideró la apertura del debate a pesar de los intentos del mandatario por evitarlo, generando una fuerte confrontación entre ambos líderes políticos.
El DNU de la polémica se trata en el Senado
El “megadecreto” ha sido objeto de críticas desde su promulgación, con la justicia suspendiendo partes significativas como la reforma laboral y los aumentos indiscriminados en los servicios médicos privados. Su contenido, que abarca aspectos como la limitación del derecho a huelga, la precarización laboral y la posibilidad de pactar alquileres en moneda extranjera o criptomonedas, ha generado un intenso debate tanto en el ámbito político como en la sociedad civil.
Entre las disposiciones más controvertidas, se encuentra la apertura a la privatización de empresas estatales, que incluyen sectores como servicios portuarios, ferroviarios, medios de comunicación y tecnología satelital. Esta medida ha despertado preocupación entre políticos y expertos jurídicos, quienes la consideran inconstitucional al derogar de manera abrupta más de 300 leyes existentes.
El escenario parlamentario refleja un enfrentamiento entre oficialismo y oposición, con el Gobierno contando con una minoría en el Senado y la oposición asegurando contar con al menos 40 votos en contra del “megadecreto”. A pesar de los llamados del presidente a respaldar la medida, el panorama se presenta desfavorable para el oficialismo, que enfrenta el desafío de mantener su agenda legislativa en medio de la creciente resistencia política.
El debate en el Senado representa un nuevo capítulo en la confrontación entre el Gobierno y la oposición, marcando una prueba clave para la administración Milei en su intento por consolidar su agenda económica y política en el país.