Francisco se reunió con líderes de la CGT y la UTEP. La preocupación por la situación socioeconómica fue el eje del encuentro. El Sumo Pontífice llamó a “defender la justicia social como instrumento de equilibrio de las sociedades modernas”. Luego recibió a la ministra de Capital Humano.
En una jornada marcada por la diplomacia y el diálogo, el Papa Francisco recibió a una delegación de la Confederación General del Trabajo (CGT) en la Biblioteca del Palacio Apostólico del Vaticano. Encabezada por los líderes sindicales Pablo Moyano, del sindicato de Camioneros, y Héctor Daer, del gremio de Sanidad, la reunión se extendió por algo más de una hora y ofreció un espacio para compartir preocupaciones y propuestas sobre la situación socioeconómica de Argentina.
El encuentro permitió a los representantes gremiales presentar un análisis crítico sobre las políticas actuales del Gobierno argentino bajo la dirección de Javier Milei. La delegación, que también incluyó a miembros de diversos sindicatos como Uocra, Estatales y Vidrio, entre otros, se centró en discutir la importancia de la dignificación del trabajo y la necesidad de fomentar el diálogo social entre sindicatos, el Gobierno y el sector empresarial.
Durante la reunión, Daer destacó el entusiasmo del Papa por la unidad de la CGT y subrayó la relevancia de defender la dignidad laboral como pilar para la justicia social. “El Papa nos exhortó a defender esta cuestión y a luchar por la justicia social como equilibrio de las sociedades modernas”, comentó Daer. Además, Francisco expresó su preocupación por los desafíos globales y la importancia de fortalecer la comunicación con la comunidad educativa para proteger a los jóvenes del narcotráfico.
El Pontífice también mencionó su deseo de visitar Argentina en el futuro cercano, aunque no pudo ofrecer una fecha concreta debido a sus compromisos internacionales, incluyendo el sínodo sobre sinodalidad y un viaje a Bélgica y Luxemburgo.
La otra reunión del Papa
En otro momento de su apretada agenda, el Papa Francisco tuvo una audiencia más reservada con Sandra Pettovello, ministra de Capital Humano de Argentina. Este encuentro, realizado en la residencia de Santa Marta, se centró en escuchar un informe detallado sobre la gestión ministerial de Pettovello. Aunque el Papa se mantuvo en silencio respecto a sus impresiones, la reunión reflejó la continua atención del Vaticano a los asuntos argentinos.
Fuentes vaticanas indicaron que, a diferencia de la reunión protocolar con la CGT, la audiencia con Pettovello fue facilitada por Fabio Bartucci, oftalmólogo con conexiones políticas en Argentina, en lugar de ser solicitada por el Papa. Este detalle añade una capa de complejidad a las interpretaciones del encuentro, que llega en un momento de tensión política y social en Argentina.
Según consigna el diario La Nación, ante la ministra Pettovello, “el Papa volvió a decir que aún no tiene decidido cuándo podrá hacer el tan esperado viaje a la Argentina, una asignatura pendiente, al igual que había hecho por la mañana con la delegación de sindicalistas argentinos y el viernes pasado, en la rueda de prensa que concedió en el avión de regreso de su gira por el sudeste asiático y Oceania”.
Se trató de un viaje de doce días por cuatro países de la periferia (salvo Singapur), que configuró la gira más extensa del papado de Francisco.
Además de las reuniones con la delegación de la CGT y con Pettovello, una especie de “sistema de equilibrio”, está previsto que en los próximos días el Papa se reúna con Juan Grabois, que llegó a Roma como miembro del Dicasterio de Desarrollo Humano e Integral, “ministerio” del Vaticano. Este espacio realizará un evento, el próximo viernes, para recordar los diez años del primer Encuentro Mundial de Movimientos Populares.