El Gobierno nacional oficializó este viernes la reglamentación del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), el programa mediante el cual quieren atraer inversiones de al menos 200 millones de dólares en sectores estratégicos de la economía. La normativa, que entra en vigencia hoy, fue formalizada a través del Decreto 749/2024, publicado en el Boletín Oficial.
El RIGI establece un marco de incentivos fiscales, aduaneros y cambiarios para fomentar la inversión en áreas consideradas cruciales para el desarrollo del país. Entre los sectores beneficiados se encuentran:
–Forestoindustria
–Turismo: servicios de hospedaje y alojamiento.
-Infraestructura: construcción y desarrollo de sistemas de logística y transporte, incluyendo proyectos viales, ferroviarios, portuarios, entre otros.
-Minería: exploración, desarrollo y explotación de minerales.
-Tecnología: producción de bienes y servicios tecnológicos avanzados como biotecnología, inteligencia artificial, software, entre otros.
-Siderurgia: industrialización y procesamiento de hierro y acero.
-Energía: generación, almacenamiento y distribución de energía, tanto de fuentes renovables como no renovables.
-Petróleo y gas: exploración, explotación y transporte de hidrocarburos.
En particular, se establecieron montos mínimos de inversión diferenciados para el sector de petróleo y gas: 300 millones de dólares para transporte y almacenamiento, y 600 millones de dólares para exploración y explotación.
Incentivos y plazos
Las empresas interesadas en adherirse al RIGI disponen de un plazo de dos años para hacerlo, con la posibilidad de una extensión de un año adicional. Los beneficios incluyen una reducción del impuesto a las Ganancias al 25%, amortización acelerada de bienes muebles e infraestructura, devolución de saldos de IVA en un plazo máximo de tres meses, y el cómputo del 100% del impuesto al cheque como crédito en Ganancias.
Además, las compañías podrán acceder a exenciones en derechos de importación y exportación, y disfrutar de facilidades para la liquidación de divisas generadas por exportaciones. Estas facilidades se incrementan con el tiempo: 20% después de dos años, 40% luego de tres años, y 100% a partir del cuarto año de la inversión.
En caso de proyectos clasificados como “Exportación Estratégica de Largo Plazo”, estos plazos se reducen: 20% tras un año de iniciada la inversión, 40% después de dos años, y 100% a partir del tercer año.
El decreto subraya la importancia de estos incentivos para superar las “dificultades intrínsecas” en sectores que requieren “capital cuantioso e intensivo” y enfrentan “largos tiempos de recupero de lo invertido”. Asimismo, se advierte que, sin un marco adecuado de incentivos, la competitividad de Argentina como destino de inversión se vería seriamente comprometida.