Los mercados petroleros continúan bajo presión tras el reciente aumento en los precios, provocados por la escalada de tensiones. La semana pasada, el crudo experimentó un incremento cercano al 9%, el más significativo desde marzo de 2023, a medida que los analistas advierten sobre el riesgo de interrupciones en la producción de la región. Cuál es la situación en Argentina y qué se puede esperar.
En la sesión asiática del lunes, los precios del petróleo retrocedieron ligeramente. Los futuros de Brent en la ICE se situaron en 77,78 dólares por barril, mientras que los del WTI en el Nymex se colocaron en 74,21 dólares por barril. Sin embargo, el ambiente en el mercado sigue siendo volátil debido a las tensiones crecientes entre Israel e Irán.
Funcionarios israelíes han señalado su intención de atacar instalaciones petroleras en Irán como respuesta a los recientes ataques con misiles. A pesar de que el presidente estadounidense, Joe Biden, indicó que Israel aún no ha decidido cómo actuar, la escalada de hostilidades podría provocar serias disrupciones en la producción de petróleo de la región.
El aumento en los precios del petróleo causa incertidumbre en Argentina
Los precios del petróleo registraron un notable incremento de más del 3% este lunes, impulsados por la creciente preocupación por un posible conflicto de mayor envergadura en Oriente Medio. Esta situación ha desatado temores sobre interrupciones en el suministro de crudo desde esta vital región productora.
Este aumento refleja la creciente volatilidad del mercado energético, alimentada por la incertidumbre geopolítica. En Argentina, las compañías petroleras ya están considerando un inminente ajuste en los precios de los combustibles.
La semana pasada, YPF anunció una reducción en los precios de las naftas y el gasoil. Sin embargo, ante el panorama mundial actual, muchos especulan que las distintas empresas están evaluando seriamente un nuevo aumento, lo que impactará aún más en el bolsillo de los argentinos, cada vez más afectado por la crisis económica.
El Gobierno también está en alerta ante esta situación. En un contexto de inflación controlada, que ronda el 4%, un nuevo incremento en los combustibles podría desestabilizar el plan gubernamental para mantener los precios de diversos productos bajo control.
El conflicto que genera preocupación
Irán, uno de los diez principales productores de petróleo del mundo, aumentó su producción a más de 3,3 millones de barriles diarios en agosto, según datos de la OPEP. Las exportaciones también han alcanzado un máximo de varios años, lo que representa al menos el 2% del suministro mundial.
El mercado ha tenido un comportamiento errático en el último año, oscilando entre 66 y 96 dólares por barril, y enfrentando un mínimo de 16 meses en septiembre debido a las preocupaciones económicas. Sin embargo, la reciente escalada en Oriente Medio ha reavivado el temor a interrupciones en el suministro.
Kelvin Wong, analista senior de Oanda, destacó la falta de señales diplomáticas que indiquen una posible desescalada en la región. Desde un punto de vista técnico, los precios del petróleo han superado la media móvil de 50 días por primera vez en dos meses, reflejando un aumento en las posiciones largas netas en crudo Brent.
A medida que los conflictos geopolíticos se intensifican, el sentimiento de aversión al riesgo ha predominado en los mercados globales, impulsando los precios del petróleo y las acciones de energía y defensa. Los activos de refugio seguro, como el oro y el dólar estadounidense, podrían consolidarse aún más, mientras que las acciones tecnológicas podrían enfrentar presiones.
Los analistas advierten que si las tensiones militares entre Irán e Israel continúan escalando, los efectos sobre los precios del petróleo y la economía global podrían ser significativos, especialmente en Europa, donde las preocupaciones sobre los costos energéticos aumentan.