El director del Instituto de Energía de la Universidad Austral, Ing. Roberto Carnicer, aportó una serie de datos significativos para entender cómo la guerra entre Rusia y Ucrania podría impactar en la producción de energía del país y en el resto del mundo.
Durante una entrevista televisiva con la señal TN, el especialista señaló que “Rusia tiene una dependencia de abastecimiento de gas y crudo con respecto a Europa. Desde el punto de vista del crudo, Rusia es el primer productor del mundo y destina el 50% de su exportación a Europa, un 30% a China, y el resto a países de la ex Unión Soviética y otras naciones”.
Con respecto al gas, Carnicer aseguró que “la situación es más complicada. Casi el 81% de toda la exportación de gas de Rusia está destinada a Europa, y esa cantidad representa el 65% de la demanda europea. Es imprescindible para este continente el abastecimiento desde Rusia”.
En cuanto a posibles opciones, afirmó que “Europa podría abastecerse de crudo desde otros lugares, es más transable. Pero con el gas no sucede lo mismo, ya que proviene de gasoductos y de los 700 millones de metros cúbicos que vienen de Rusia, 500 lo hacen a través del gasoducto”.
“El precio en el surtidor, si bien cada país lo regula distinto, por supuesto que se verá afectado frente al aumento del crudo”.
Carnicer también graficó lo que sucede en Estados Unidos, y detalló “que la dependencia que tiene es del 30% de su importación del crudo gracias al fracking y del shale, contra la que antes solía ser una dependencia del 50-60%. A través del proceso de shale, Estados Unidos logró no casi un autoabastecimiento (porque geopolíticamente no lo decidió así), pero sí autoabastecerse en gas natural”.
El panorama del abastecimiento energético en Argentina
“Lamentablemente, Argentina está en una situación complicada ya que tenemos un 30% de importación de gas y un 30% de crudo procesado, es decir, naftas gasoil para las centrales térmicas porque no tenemos capacidad de refinación para procesar el crudo, algo que requiere de años de inversiones”, sostuvo.
Del panorama local, advirtió que “lo más grave para nuestro país es el tema gas. Si bien tenemos una gran cantidad de gas en Vaca Muerta, no tenemos la infraestructura que necesitamos para abastecer la demanda que se genera en Buenos Aires, y sur de las provincias de Córdoba y Santa Fe. Por ese motivo, importamos gas”.
“Durante el invierno en Argentina, los gasoductos están llenos y no logran satisfacer la demanda, por consiguiente, es necesaria la importación”.
El especialista también explicó las características de la formación de precio de gas en boca de pozo: “todos los analistas nos estamos planteando qué es lo que podría pasar durante el invierno nacional en un momento en el que no sobran dólares y en el que ya existe un subsidio en el precio”.
“En nuestro país el precio del gas está subsidiado y las tarifas no se actualizan a diario, sino por ley cada seis meses. Concretamente, desde abril de 2019 hasta junio de 2021 no se actualizaron los precios y si se llegó a una actualización fue solo de un 10-20%. Entonces la sensación de que ‘se viene un tarifazo’ es porque conceptualmente no se tiene en cuenta que las tarifas se congelan por mucho tiempo”, detalló.
“La gran dependencia que existe del gas ruso en el mundo, sin duda, impactará en Argentina ya que sí o sí vamos a tener que importar en el invierno. La incógnita será a qué precio”.
El ingeniero Roberto Carnicer propuso que un desafío es lograr que Argentina sea un gran exportador, “de manera tal que los problemas internacionales no nos afecten”. Sin embargo, agregó, “lo que sucede es que siempre estamos tratando de solucionar los problemas de hace dos días, y no tenemos planificación a futuro”.
“Argentina tiene una capacidad extraordinaria de producción de gas y crudo, pero se maneja todo a corto plazo.
Desde el punto de vista universitario, la academia está demostrando que la situación puede y debe mejorarse, y que es necesario pensar y planificar a futuro”, finalizó.