(23 de enero de 2024)
DIÁLOGOS
Entrevista a Marina Damil, especialista en comunicación, educación y redes sociales, titular de Pixel Digital Academy. Analizó el desafío de los cambios constantes en materia digital. El marketing, las redes sociales y los desafíos de un tiempo mediatizado.
En un diálogo llevado a cabo en el estudio de R770, Marina Damil exploró la relación entre la filosofía, la inteligencia artificial y la capacidad humana de dar órdenes e interactuar con la tecnología. La necesidad de adaptarse a los cambios en la era digital y la reflexión sobre la relación entre la tecnología y los medios, también fueron parte de la charla que Damil sostuvo con Guillermo Pardini y Pablo Mercau, en el programa “En el día a día”.
“Es un poco la lógica de de la adaptación y creo que un poco la lógica de la guerra también. Siempre digo que el marketing es estar en la guerra permanente y adaptación. La verdad es que el último año fue muy fuerte con la incorporación de Inteligencia Artificial (IA), también algunos cambios en las plataformas”, comenzó diciendo la especialista.
La IA se instaló con fuerza hace relativamente poco tiempo y Damil ubica uno de los puntos centrales en el lanzamiento del Chat GPT. “Existe hace hace más de 10 años, o sea, eh, pero fue de a poco el proceso: primero con algunas películas que nos mostraron cómo podría haber otra realidad y después se fue convirtiendo en en lo que vemos hoy y en cosas que superan la imaginación”.
Sobre el tema de la “guerra” hay una relación directa con el territorio y Marina Damil menciona que hay autores que hablan de eso, como Renato Ortiz que habla de territorios digitales o virtuales. “Creo que sí, que es un territorio. De hecho en marketing hablamos sobre cuál es el mapa y cuál es el territorio? O sea por por que zonas va a andar la estrategia, por que zona se va a comunicar”.
De todos modos, asegura que todavía cuesta que algunos lo palpen como tal “hasta que no ven como el fruto”. En esa línea, Damil plantea que se empieza a desdibujar la idea de qué es lo lo territorial real y qué es lo ficticio.
Un ejemplo de estos días es el caso conocido de una supuesta modelo que tiene un perfil en Only Fans (una plataforma de contenidos eróticos), que en realidad fue creada digitalmente y que recauda mucho dinero, recibe invitaciones de jugadores de fútbol, de empresarios a salir y todo eso con una imagen híper real. La idea es que ahora, con la IA, lo que ves y escuchas puede no ser cierto absolutamente, sino creado y dirigido para hacernos caer en una trampa.
“Creo que que el mundo se va a tener que adaptar un poco a esto, pero no me gusta ser tan pesimista. Todavía estamos como en una época donde no estamos entendiendo muy bien qué está pasando. Estamos viendo de afuera una película que ya viene hace muchos años, pero creo que en algún punto va a tener que empezar a ser más claro. Bueno, qué es lo no real. De hecho ya hay campañas, hay marcas y empresas que obligan a poner en todos los banners que las imágenes son generadas por IA”, asegura Damil.
“Hay más tecnologías que allanan el camino para este imaginario social, que antes por ahí era más limitado a lo real”.
El territorio digital como extensión del real
Lo que en el fondo se busca desembarcando o estando en el territorio de las redes es lo mismo que se busca cuando se pone una mesita de promoción en la esquina, es lo mismo que se busca cuando se ponen promotores o promotoras en un shopping. Es vender, en el sentido más amplio la palabra, una marca, una candidatura, una campaña de bien común.
Al respecto, Marina Damil considera que al menos en Argentina se va a tener que repensar las formas de hacer publicidad más convencionales porque pautar es muy caro. “Vamos a tener que volver un poco a la mesita, al boca en boca porque hoy, después de algunos meses que empezó el tema de inflación, hay marcas que ya no pueden invertir en publicidad”. La perspectiva es que son formas que van a convivir siempre: el tema de la publicidad digital y la publicidad convencional.
Damil cree que todavía hay mucha resistencia en cuanto a adoptar la IA como tal y además porque pasan cosas: “el otro día, llegó una noticia de que en la fábrica de Tesla se había peleado un ingeniero con un robot”.
Ahora, aún en el plano de la IA y del mencionado Chat GPT que es el más popular, la diferencia la hace la cuestión humana. Por eso aparece esta nueva tendencia de decir que los que van a hacer la diferencia, vana a ser lo que ustén mejor capacitados para darle las órdenes, para dialogar o para interactuar con esa inteligencia.
De hecho, asegura Damil, “también hay filósofos que lo sostienen. Hay algunos que están en contra es como, en definitiva si lo humano está atravesado por lo mediático o por la herramienta qué es lo que prima. Creo que cada vez está desdibujando más, estamos entrando en una era donde los algoritmos, la IA, está avanzando a pasos agigantados y creo que lo humano va a ser pensado al revés, cómo es esa manipulación. El humano va a ser marcado por cómo utiliza los medios”.
Igualmente, Damil afirma que para algunas cosas va a ser buenísimo. “A nosotros, como agencia y escuela, nos agiliza a la hora de hacer copys, de grabar o armar videos de lo que sea y poder editarlos más rápido”.
“Hay que pensar que ya no es más la curaduría del contenido o de la noticia. Ahora es más el volumen de toda la información que se pueda dar por minuto”.
La marca personal
Damil deja una pista, muy válida para los tiempos de influencers y mundo digital. “El primer punto para poder posicionarse o construir una marca personal y vuelvo a lo rudimentario no importa la inteligencia artificial, es que te la creas. Lo actitudinal siempre va por encima de todas las herramientas que vos puedas tener”.
“Lo primero es ser narcisista, porque si vos querés construir una marca personal y no sos narcisistas, estás equivocado. Te tenés que levantar todos los días con el chip del narcisista. Lo segundo es trabajar en pos de eso”, resume Damil.
Un ejemplo es decirle a Chat GPT “quiero un guión de un video, decime los cinco vídeos más importantes. O le decís, bueno, tengo este video y quiero adaptarlo a mi estructura”.
El problema es que a veces no sabes “qué es lo que pega, lo importante es tener diversidad. Si querés tener un medio periodístico online, vas a necesitar variedad de formatos. Si yo me siento acá y todos los días y repito lo mismo, no. Pero si yo me paro y en vez de de hacer un vídeo acá hago uno en la otra sala, o uno entrando, o uno del del gato Fidel que está acá en en la radio y yo jugando con el gato, ahí tenés variedad”.
También agrega que es importante rodearse de gente que esté construyendo una comunidad y que esté yendo en la misma dirección de la propuesta que planteamos.
Hacia un escenario ¿apocalíptico?
Con el avance de la tecnología, de la inteligencia artificial y todo lo que se viene, surge siempre una pregunta acerca de si es el fin de la humanidad.
Marina Damil lo pone en contexto y dice que “con esto de de las tecnologías hay mucha gente que piensa que pasa por ahí el fin del mundo y por ahí no ve lo que pasa en la diaria. Que tiene que ver con el sobreconsumo, con toda las cosas que están pasando a nivel medioambiente. Creo que si se viene el fin del mundo, primero va a pasar por un colapso medioambiental, obviamente que está ligado a lo tecnológico, porque los grandes provocadores de todo eso son las tecnologías también”.
Damil advierte sobre distintas consecuencias en algunos trabajos, que van a dejar de de existir. “Todo tiende al homoludens, ya hay trabajos rudimentarios que no es necesario hacer, pero al mismo tiempo ese tiempo va a haber que ocuparlo en cosas nuevas. Creo que que todo va a tender cada vez más el entretenimiento”.
“Ahora todos deberíamos ser consumidores y al mismo tiempo productores de entretenimiento. Estarán quienes sepan sacar provecho en cuanto a esto”, analiza.
“El fin del mundo no sé si va a ser simbólico. Va a ser más a nivel material, pero obviamente que lo simbólico y lo mediático acompaña”.
Un camino es volver un poco a a las bases, y Damil piensa “que lo que no podés resolver con la tecnología, tenés que resolverlo igual de alguna forma”, dice y agrega que de preocupa que la explotación humana sigue existiendo pero que ahora es no solo contra el cuerpo sino sobre “la producción mental o simbólica”.
Dice que ya no es necesario que que cada vez más personas tengan que usar su cuerpo como medio de trabajo: “eso como como punto a favor, estoy a favor de de la automatización de procesos, de que las las máquinas se encarguen cada vez más de hacer trabajos que no deberían hacerle las personas”.
En ese sentido, señala que “la nueva modernidad o los nuevos medios, traen desafíos nuevos. La identidad va a haber que llevarla a lo digital, lo diferencial de cada uno y y van a surgir trabajos nuevos más ligados a esto”.
El contexto global
Estamos en medio de de una transición y de un problema geopolítico monumental, como no tenemos desde hace siglos. Un ejemplo de eso es el 5g, el debate en el mundo que tiene que ver con el dominio de lo que se viene, la Internet de las cosas, entre otras cuestiones. No solamente acelerar 10 o 15 la conectividad que hoy tenemos sino conectar las cosas.
Ahí hay una disputa, para poner nombre y apellido, entre Estados Unidos y China, que están en una fuerte carrera entre ellos hace algunos años con reminiscencias en cada lugar y con reacomodamientos de los gobiernos de cada zona del mundo. Esto que parece muy lejano tiene que ver con la vida cotidiana.
En ese marco, Marina Damil agrega que lo que nos puede deparar el futuro inmediato es un gran interrogante: “el año pasado fue una sorpresa total con lo del Chat GPT. Eso va a seguir evolucionando, se van a sacar versiones cada vez más avanzadas. Van a surgir un montón de herramientas, no sólo en lo comunicativo verbal, sino también de de creación de imágenes”.
Además, suma el análisis de que “estamos llegando a un momento de estallido de las redes muy fuerte, cada vez va más cosas. Por ejemplo, Instagram está desarrollándose mucho en algo que había dejado pausado por un tiempo, por la competencia con TikTok, que es el tema de las comunidades. Eso hace que los territorios reales pasen cada vez más a lo virtual”.
Imagina que se van a desarrollar herramientas para crear comunidades online, algo que “ya lo estamos viendo en Instagram con el tema de los canales. Creo que se va a venir lo mismo con WhatsApp y y la gente cuando se junte va a elegir verse”.
Una incógnita que se plantea es si habrá integración con plataforma de ventas o ventas directas en el propio chat, al estilo de lo que pasa en WeChat en China. Damil cree que todavía estamos lejos de eso. “Estamos verdes para eso, aunque nunca hablo con la foto de mañana, porque no lo sé. No creo que hoy Meta, que es la herramienta más grande que tenemos tenga como la capacidad de generar un e-commerce tan grande, como lo tienen grandes marcas. Sí para ventas transaccionales más pequeñas. Hay que ver cómo se desarrolla en particular acá en Argentina, pero creo que todavía estamos un poco lejos, antes de llegar a esa convergencia”.
“El panorama de las plataformas no están muy definido. Sí creo que todo en cuanto a experiencias de compra va a pasar más por inteligencia artificial o Realidad Aumentada, como ese tipo de publicidad donde te aparecen las zapatillas saliendo de la computadora o ese tipo de cosas, que de a poco lo vamos a ir adoptando”, detalla al respecto.
Cierra la charla con otros ejemplos, “ya no es la marca la que comunica y te vende, sino que todos los vendedores de algunas marcas están obligados a hacerse una cuenta en Instagram y Facebook, hoy si no las tenés no sos competitivo. Lo mismo para el sector inmobiliario y así para el resto de las cosas. Todos vamos a tener que tener un poco nuestro nuestro propio canal”.
Enlaces
–Pixel Digital Academy, donde se presentan como “un equipo comprometido con brindar soluciones efectivas en marketing digital a través de servicios mensuales y capacitaciones”.
@pixel_growth_marketing
@marinadamil
