Gustavo Pulti presentó un proyecto para repudiar el Decreto 273/25, que permite la importación de maquinarias usadas

El diputado Gustavo Pulti activó un proyecto de declaración en la Legislatura bonaerense para expresar su rechazo al Decreto 273/25 del Gobierno Nacional, que permite la importación sin restricciones de maquinaria y embarcaciones usadas.

Esta medida, de reciente publicación, impulsada por el presidente Javier Milei, elimina controles estatales esenciales y abre las puertas a equipos descartados por países desarrollados, poniendo en riesgo a la industria nacional.

Pulti argumentó que defender la industria argentina es proteger el empleo, la investigación y el desarrollo. “Este decreto significa abrirle la puerta al descarte del mundo, con consecuencias directas en el empleo, la seguridad operativa y el tejido productivo de la provincia de Buenos Aires y de la Argentina”, declaró.

El decreto deroga el Certificado de Importación de Bienes Usados (CIBU), un instrumento que hasta ahora regulaba el ingreso de maquinaria industrial en desuso. Su eliminación permitirá la entrada masiva de equipos antiguos y obsoletos sin condiciones ni evaluaciones técnicas.

Pulti recordó experiencias pasadas durante la convertibilidad, cuando la industria naval fue destruida y la cadena de valor de la pesca se desmanteló debido al ingreso indiscriminado de embarcaciones usadas, resultando en la pérdida de miles de empleos. “Hoy volvemos al mismo modelo de liquidación industrial”, afirmó.

El Gobierno Nacional “simplificó” los trámites para la importación de bienes de capital usados

La medida fue dispuesta a través del Decreto 273/25 y alcanza a “los bienes usados comprendidos en las posiciones arancelarias integrantes de los Capítulos 84 a 90 de la Nomenclatura Común del Mercosur“.

Estas posiciones arancelarias incluyen:

  • Máquinas, aparatos y artefactos agrícolas, hortícolas o silvícolas, para la preparación o el trabajo del suelo o para el cultivo
  • Máquinas, aparatos y artefactos de cosechar o trillar, incluidas las prensas para paja o forraje; cortadoras de césped y guadañadoras
  • Máquinas de ordeñar y máquinas y aparatos para la industria lechera
  • Tractores

Estos productos podrán ingresar libremente al país, tributando un arancel máximo de 35%.

El Proyecto de Pulti

La iniciativa también destaca el impacto estructural que tendrá la medida en municipios bonaerenses con alta concentración industrial. General Pueyrredón, junto a La Plata y La Matanza, son los principales aportantes al Producto Bruto Geográfico de la Provincia y representan el 3% de la producción industrial bonaerense, concentrando el 93,6% de la actividad pesquera provincial.

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Pulti advirtió que con la vigencia de este decreto, no se construirán más barcos ni se desarrollarán nuevas maquinarias nacionales, comprometiendo la soberanía tecnológica y laboral del país. “Se sustituye producción argentina por equipamiento descartado”, señaló.

Cómo comunicó el Gobierno la medida que habilita la importación de maquinaria usada.

Esta política no es nueva; durante la década del ’90, una medida similar permitió el ingreso de más de 100 embarcaciones que podrían haberse fabricado en Argentina, con consecuencias devastadoras.

El proyecto también resalta el desequilibrio ambiental, sanitario, logístico y de sustentabilidad que genera esta política. “Esta no es una política de desarrollo: es una política de resignación. Convertirnos en el último eslabón del descarte industrial del mundo es un daño al que no debemos resignarnos”, concluyó Pulti.

Repercusiones en el sector

Desde la Asociación de Fábricas Argentinas de Tractores y la Asociación de Fabricantes de Maquinaria Agrícola y Agrocomponentes de Córdoba (Afamac), criticaron la importación de maquinaria agrícola usada. En el sector señalan que le dan empleo a unas 40 mil personas de forma directa y a 100 mil de en total.

“El primer eslabón de la cadena son las maquinarias de fabricantes y, por detrás todos, los proveedores. La maquinaria agrícola en Argentina tiene cinco o seis generaciones, hay un know how adquirido. Esto es por etapa: primero lo sentirán las terminales y luego los fabricantes de agropartes”, afirmó el presidente de la Afamac, Gustavo Piccioni. .


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