La trama oculta del Opus Dei en la Argentina

Hace unos días falleció Gregorio Pérez Companc, a los 89 años. Aunque retirado hace años de los negocios del holding que lleva su nombre, la de la familia es la cuarta fortuna del país. Pero detrás de la noticia aparece su relación con el Opus Dei, uno de los mayores misterios de la Iglesia Católica. Lo contó Paula Bistagnino, la periodista que hace años investiga a “la Obra”.

Paula Bistagnino es periodista, licenciada en Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Buenos Aires (UBA), y trabaja en Radio Provincia AM 1270. Con sus notas sobre el Opus Dei, la primera de las cuales, “La escuela de mucamas del Opus Dei” fue publicada en Anfibia, trajo luz sobre uno de los secretos mejor guardados de la Iglesia Católica.

En diálogo con “En el día a día”, por Radio República AM 770, relató que “efectivamente Gregorio Pérez Companc está muy vinculado con el Opus Dei en la Argentina, sobre todo porque fue uno de los grandes, o el principal aportante, para una de las obras más importantes en la Argentina, que son la Universidad y el Hospital Austral”.

Bistagnino contó que ambos fueron construidos gracias a un aporte muy generoso del empresario, que “se calcula en unos 100 millones de dólares” y según dice alguien que estuvo en el Opus Dei en ese momento, el doble de ese dinero para la construcción de esa universidad y ese hospital”.

Ese es uno de los puntos centrales en esta historia, la relación de los miembros del Opus Dei con el dinero. De las instituciones de la Iglesia Católica, afirmó, “el Opus Dei es claramente el que tiene un vínculo con el dinero mucho más evidente en un punto y no tanto. Porque tiene toda una matriz económica y jurídica, que permite de alguna manera ocultar ese gran imperio inmobiliario”.

Contó que Pérez Companc fue parte de esa organización, sin ser integrante de la estructura religiosa del Opus Dei. “Si bien a él le decían el Cardenal, por cierta actitud como muy disciplinada: de alguna manera y prudencial en términos empresarios, pero también por esa pertenencia al Opus, a la estructura económica, mucho más que a la estructura religiosa, porque él nunca se hizo efectivamente miembro”, describió.

Para ser miembro del Opus Dei, explicó Bistagnino “vos tenés que, de alguna manera, firmar papeles”, aunque aclaró que eso no tiene manera de ser corroborado.

Bistagnino detalló que eso no funciona como en el resto de la Iglesia Católica donde se pueden chequear actas públicas, como un bautismo. “Es todo secreto y entonces no hay manera de saber si alguien es o no del Opus Dei”.


Paula Bistagnino, estudió Periodismo en TEA y Comunicación en la UBA. Trabaja en Radio Provincia AM 1270.


“La organización funciona como una logia, con secretismo y ellos creen en una vida civil, política, social, integrada con lo religioso, y por lo tanto no hay que mostrarlo”, resume.

Ninguna institución del Opus Dei tiene un nombre religioso, tienen todos nombres laicos, Los Molinos, Universidad Austral, Universidad de los Santos (en Chile), en Uruguay se llama Universidad Montevideo o la Universidad de Navarra, en España”.

La presencia del Opus Dei en la política

Este año, se conocieron los nombres de los candidatos del Gobierno de Javier Milei para completar el cargo vacante, por la jubilación de Elena Higthon de Nolasco, y el que se va a producir por la salida a fin de año de Juan Carlos Maqueda. Se trata del actual juez federal Ariel Lijo y del decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Austral, Manuel García-Mansilla.

García-Mansilla, contó Bistagnino, “es un apellido muy tradicional del Opus Dei. Hay miembros y exmiembros del Opus Dei. Hay absolutamente todo y uno podría decir claramente que alguien que es decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Austral es, en términos políticos, un cuadro del Opus Dei, porque no hay manera de llegar a ese cargo dentro de la universidad”.

 “Ahora no sabemos, lo mismo que Pérez Companc, si es un miembro del Opus Dei, un supernumerario o un numerario, que son de distintas categorías de membresía”, explicó y sumó el dato de que “familiares o fuentes muy cercanas a él dicen que él no es un miembro religioso del Opus Dei, sin embargo, pertenece a esa estructura y hoy podría llegar a la Corte Suprema”.

La Escuela de Mucamas del Opus Dei

“Nació en Bella Vista, un lugar del conurbano bonaerense que la obsesionó desde chica: ella no estaba bautizada en medio de amigas católicas y monumentos al fundador del Opus Dei”, marca la bio de Paula Bistagnino en la Revista Anfibia.

“Es una historia que yo conocía desde chica, justamente por vivir en Bella Vista pero que, visto muchos años después como periodista y también visto desde una época distinta, mirar hacia esa historia resultó como bastante revelador”, dijo con relación a la existencia de una Escuela de Mucamas.

Según contó en su investigación, se trata de una escuela pensada para formar mujeres pobres como profesionales del servicio doméstico “y eso implica no solo saber hacer en el plano de los quehaceres domésticos, sino también toda una conducta, respecto de lo que es servir y servir a una élite en este caso”.

La Escuela de Mucamas del Opus Dei. Crédito: Revista Anfibia.

Esa escuela existió, avalada por el Ministerio de Educación de la Argentina, entre 1973 y hasta 2017, autorizada para formar a mujeres como servicio doméstico, con ciertas adaptaciones a las épocas, los tiempos y las leyes educativas.

“Lo conocí desde chica, lo investigué ya de grande y me encontré con muchos documentos que lo prueban, no es que era una cosa secreta: autorizaciones oficiales. Durante todo ese tiempo pasaron muchísimas mujeres que fueron reclutadas en ciudades muy pobres, en pueblos rurales muy pobres del interior del país, de países limítrofes, llevadas a esa escuela y luego incorporadas como miembros del Opus Dei en una categoría muy particular, que es la de numerarios auxiliares, de la que no podían salir nunca, por supuesto. Era como una especie de casta e incorporadas religiosamente también, entonces les hacían prometer obediencia, castidad, fidelidad y de esa manera no podían salir de la institución ni tener vínculo con nadie afuera”, señaló.

Más allá del color que tiene todo este recorrido, que puede inclusive ser leído como si fuera una serie, por lo atractivo de la trama y lo oculto del tema, Bistagnino aseguró que siempre que contó esa historia resultó muy impactante y que la respuesta en general es como de cierta incredulidad.

En torno a los cambios de época, aseguró que “esta historia no se hubiera podido contar igual hace 30 años. Es distinto contarla hoy, con otro mundo, en términos políticos; en términos sociales; en términos de lo que el feminismo generó a nivel de conciencia social, respecto a algunos temas y desigualdades históricas”.

“De todas maneras, no es lo mismo hoy que en la Argentina de hace 5 años, donde muchos de estos discursos, no respecto a una Escuela de Mucamas, pero sí respecto al lugar de la mujer y demás, creo que están siendo cuestionados o por lo menos se intenta instalar una nueva mirada acerca de eso”, planteó Bistagnino.

Sobre el final de la charla surgió la figura de Gustavo Béliz, exfuncionario durante los gobiernos de Carlos Menem, Néstor Kirchner y Alberto Fernández. La relación de Béliz y su parábola política también hablan de cierta idea de “transversalidad” del Opus Dei.

“Béliz tiene una relación clarísima con el Opus Dei, más allá de que él nunca ha querido hablar mucho del tema salvo hace muchos años, en los noventa, cuando dijo que era un seguidor de Escrivá de Balaguer y sus enseñanzas”, contó.

La mención corresponde a Josemaría Escrivá de Balaguer, sacerdote español y creador en la década del 1930 del Opus Dei, que fue canonizado por el papa Juan Pablo II en el año 2002.

Es posible, dijo Bistagnino, “entrar a cualquier institución del Opus Dei y ver que Gustavo Béliz tiene participación en algunas actividades, sobre todo en el Centro de Estudios Universitarios (CUDES), que es la sede principal del Opus Dei en Buenos Aires, en la calle Vicente López, un lugar donde no van a ver ningún cartel que diga que eso es el Opus Dei”.

“En términos de funcionamiento y de estructura de poder que tiene el Opus Dei, si hay funcionarios públicos con esa inscripción, hay una implicancia. Porque el Opus Rei es una institución que se propone gobernar, que tiene una ambición o una voluntad de poder”, aseguró.

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