La siderúrgica Acindar, una de las más grandes del país, ha anunciado la paralización de su producción por segunda vez en lo que va del año 2024. La decisión se toma en el contexto de una crisis económica que ha impactado fuertemente en la demanda de sus productos, principalmente como consecuencia de la reducción de la obra pública.
Desde el pasado viernes, la planta de Acindar en Villa Constitución ya había detenido las actividades del área de reducción directa. A partir de este jueves, la paralización se extenderá a la acería, y la próxima semana afectará a los trenes laminadores. Esta medida se suma a la anterior suspensión de casi un mes que ocurrió entre marzo y abril de este año. Según fuentes del sector, la responsabilidad recae en el Gobierno de Javier Milei por haber frenado la obra pública, lo que provocó una caída de más del 40% en la demanda de los productos de la empresa.
En un esfuerzo por ajustar la producción a la mitad de su nivel histórico, Acindar reducirá su producción anual de 1,2 millones de toneladas a 600.000 toneladas. La compañía emplea directamente a 2.600 personas, además de 2.000 contratados. La acería estará detenida por tres semanas a partir del 24 de junio, mientras que los tres trenes laminadores tienen distintas fechas de reinicio, aunque se espera que para el 15 de julio ya estén operando con normalidad.
A partir de este jueves, la paralización se extenderá a la acería, y la próxima semana afectará a los trenes laminadores.
El panorama próximo.
En la primera paralización del año, fuentes oficiales señalaron que Acindar tiene una capacidad productiva de 1.400 toneladas por año, que en 2023 ya había bajado a 1.000 toneladas, y se preveía que este año se reduciría a 800 toneladas. Sin embargo, la caída ha sido mayor a lo estimado, alcanzando entre el 35% y el 40%.
En marzo, el Ministerio de Trabajo de Santa Fe intervino en la negociación entre representantes de Acindar, empresas contratistas y la seccional Villa Constitución de la UOM. Se resolvió que de los 1.700 empleados de empresas contratistas, 600 de los 900 afiliados a la UOM quedarían suspendidos durante un mes y cobrarían el 83% de su salario, mientras que los 300 restantes y los otros 800 trabajadores de contratistas no fueron suspendidos.
La resolución del Grupo ArcelorMittal, del cual Acindar forma parte, afectó a 3.000 trabajadores en las cuatro fábricas del país. Al personal directo de Acindar se les pagó el 100% de su salario normalmente, pero el conflicto se centró en los empleados de las contratistas, que no cobraron el total de sus salarios y fueron incluidos en un plan de suspensiones.
Esta segunda paralización resalta la gravedad de la situación económica y el impacto que tiene en el sector industrial, afectando no solo a la producción, sino también a miles de trabajadores y sus familias. La situación sigue siendo crítica y las negociaciones están abiertas entre las partes.