En un ambiente tenso y cargado de expectativas, el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela emitió un segundo boletín con el 96,87% de las actas escrutadas, confirmando la reelección del actual presidente con un 51,95% de los votos.
El presidente del CNE, Elvis Amoroso, fue el encargado de dar lectura al boletín, señalando que Maduro, del Partido Socialista Unido de Venezuela, obtuvo 6.408.844 votos, mientras que su principal rival, Edmundo González, de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), alcanzó 5.326.104 votos, representando un 43,18%. “Candidato Nicolás Maduro Moros, Partido Socialista Unido de Venezuela, votos 6.408.844, con un 51,95%; Edmundo González, MUD, votos 5.326.104, con un porcentaje de 43,18%,” indicó Amoroso, subrayando la ventaja del actual mandatario.
La participación en estos comicios fue del 59,97%, con 12.386.669 de los electores habilitados acudiendo a las urnas, según datos del CNE. Este porcentaje refleja la movilización de un electorado que, a pesar de las dificultades económicas y sociales, sigue acudiendo masivamente a ejercer su derecho al voto.
Sin embargo, la jornada electoral no estuvo exenta de controversias. Amoroso denunció que el CNE fue objeto de ataques cibernéticos “masivos” provenientes de diversas partes del mundo, lo que presuntamente causó retrasos en la transmisión de las actas y en la divulgación de los resultados. Esta situación avivó las tensiones y las acusaciones de manipulación por parte de la oposición.
La opositora Plataforma Unitaria Democrática (PUD) rechazó los resultados anunciados por el CNE, proclamando a González como “presidente electo” el mismo domingo 28 de julio. Esta postura fue respaldada por varios países de la región, entre ellos Argentina, Chile, Costa Rica, Perú, Panamá, República Dominicana y Uruguay, quienes se negaron a reconocer la reelección de Maduro. La respuesta de Caracas fue contundente, retirando de inmediato a su personal diplomático de estas naciones.
