“Sabor a poco”: el i-Ciudad cuestiona el Presupuesto porteño 2026 por falta de rumbo productivo

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El Instituto i-Ciudad analizó el proyecto de gastos de la Ciudad de Buenos Aires, que prevé un presupuesto de $17,3 billones. Si bien mantiene el equilibrio fiscal, el informe advierte ausencia de políticas de desarrollo, escasas obras nuevas y un avance sostenido de las tercerizaciones.

El Presupuesto 2026 del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires volvió a encender críticas desde el ámbito técnico. Un informe del Instituto i-Ciudad analizó el proyecto enviado a la Legislatura y concluyó que, pese a su volumen de $17,34 billones y al objetivo de sostener el equilibrio fiscal, el esquema presenta un horizonte limitado en términos de desarrollo productivo y obra pública, al que definió con una frase contundente: “sabor a poco”.

Según el estudio, el Ejecutivo porteño proyecta un aumento nominal del 17,7% respecto del presupuesto vigente de 2025 y un leve superávit financiero cercano a los $5.900 millones. Las estimaciones se apoyan en supuestos macroeconómicos alineados con las previsiones nacionales: un crecimiento de la actividad del 5%, una inflación anual del 10,1% y un tipo de cambio oficial que pasaría de $1.325 a $1.423 por dólar entre fines de 2025 y 2026.


Sin embargo, el informe advierte que detrás de esos números no aparece una estrategia clara para potenciar la economía local. En particular, señala la ausencia de políticas fiscales, normativas o crediticias orientadas a fortalecer el entramado productivo porteño, a pesar de que la Ciudad concentra cerca del 12% de la industria nacional.

En ese sentido, el i-Ciudad remarca que el modelo de crecimiento impulsado desde el Gobierno nacional. basado en sectores como minería, hidrocarburos, pesca y agroindustria, deja a la Ciudad en un rol marginal.

Las advertencias en el informe del Instituto i-Ciudad

En la estructura del gasto, el análisis indica que más del 80% del presupuesto se destina a gastos corrientes, mientras que el gasto de capital ronda el 20%, una proporción algo superior a la de ejercicios anteriores. No obstante, el organismo advierte que una parte significativa del aumento está vinculada a servicios no personales y contrataciones tercerizadas, cuya participación creció del 20% promedio al 28% del total del presupuesto.

La obra pública es otro de los puntos críticos. El informe sostiene que el proyecto para 2026 prácticamente no incorpora nuevas obras de envergadura y que buena parte de los recursos se asignan al mantenimiento de infraestructura existente o a etapas preliminares, como estudios técnicos y planificación.

📈 Un presupuesto con sabor a poco

  • -Concentramos el 12% de la industria del país y no hay políticas fiscales, normativas o de crédito.
  • -El crecimiento de Argentina se quiere impulsar desde el Gobierno Nacional a través de la minería, la pesca, hidrocarburos y el campo. La Ciudad se queda afuera.
  • -El proyecto de Presupuesto 2026 prácticamente no contempla obras nuevas de envergadura otra vez.
  • -La Línea F, anunciada una vez más desde hace más de 7 años, vuelve a presentarse sin avances concretos. El presupuesto asignado, $285 mil millones, representa apenas el 13% del monto total necesario para su ejecución integral.
  • -Cada vez hay más presencia de Servicios No Personales (tercerizaciones). Pasa de un promedio del 20% del presupuesto total al 28%.
  • -No se plasma una resolución al problema de la coparticipación federal de impuestos. La deuda de la Nación con la Ciudad y el mecanismo adecuado, incluso con la resolución de la Corte Suprema.

Un ejemplo recurrente es la Línea F de subte, anunciada desde hace más de siete años y nuevamente incluida sin avances concretos: el presupuesto previsto, de $285 mil millones, representa apenas el 13% del monto estimado para su ejecución integral.

En cuanto a las funciones del gasto, áreas sensibles como educación, salud y desarrollo social mantienen niveles similares a los de años anteriores, aunque el i-Ciudad detecta desbalances en la asignación interna. El informe señala la baja participación relativa de las partidas destinadas a vivienda y una tendencia a la reducción del peso del gasto en remuneraciones del personal de salud.

El documento también vuelve a poner el foco en un tema estructural no resuelto: la coparticipación federal de impuestos. Según el instituto, el presupuesto no refleja una solución al conflicto por los fondos que la Nación adeuda a la Ciudad, ni define un mecanismo claro de recomposición, aun después de la intervención de la Corte Suprema.

En sus conclusiones, el Instituto i-Ciudad reconoce que la Ciudad cuenta con una estructura de recursos sólida, pero advierte que el Presupuesto 2026 no expresa una visión integral de desarrollo. Plantea que una utilización más activa de herramientas fiscales y tributarias permitiría aliviar la carga sobre pequeños contribuyentes y sectores vulnerables, al mismo tiempo que podría dinamizar la economía y responder con mayor eficacia a las demandas sociales.


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