A propósito de un pedido de informes a YPF por parte de FARN (Fundación Ambiente y Recursos Naturales) ante la justicia, entrevistamos en Puro Contenido Radio a Guillermo Tamburini, geógrafo e integrante del Conicet sobre sus investigaciones que vinculan la actividad sísmica con el funcionamiento de Vaca Muerta.
“Suena sorprendente, pero hay actividades industriales que generan terremotos. El fracking es una de ellas. Se registraron más de 200 sismos desde que Vaca Muerta inició sus actividades”, señaló el investigador.
La inyección de agua con químicos a altísima presión puede activar fallas geológicas y favorecer terremotos.
Los sismos se dan a poca distancia de los pozos. Algunos de los más importantes, de magnitud 5.
Respecto a las dificultades para investigar y publicar en esta temática, Tamburini comentó: “Argentina tiene una muy buena base de datos sobre pozos petroleros, pero cuando necesitamos información específica sobre Vaca Muerta tuvimos que recurrir a recursos de amparo porque la provincia (de Neuquén) e YPF no la proporcionan”, señaló el investigador.
En muchos Estados se prohibió el fracking y en otros se establecieron protocolos estrictos para esta actividad.
“Vaca Muerta es terreno de empresas multinacionales que se llevan las ganancias y dejan los pasivos ambientales: terremotos, uso de agua en una zona semidesértica que se devuelve con gran carga de veneno. La gente tiene miedo porque tiene chimeneas sacando fuego, no se puede respirar por la contaminación y su casa tiembla”, describió Tamburini.