El nuevo paro general de CGT y las CTA, con fuerte impacto en el transporte

El proceso de ajuste y la fuerte caída de la actividad económica, también la respuesta a la discusión de la Ley Bases y el paquete fiscal en el Senado, son parte de las razones convocantes. La Confederación General del Trabajo (CGT) y ambas Centrales de Trabajadores de la Argentina (CTA), llevan adelante la segunda medida de fuerza en el gobierno de Javier Milei.

Con el transporte público de pasajeros afectado, con excepciones como las líneas de la empresa DOTA en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), el paro general tiene un impacto significativo. También se ven afectadas la movilidad aérea, marítima, terrestre y portuaria.

Además del transporte, el paro tiene el sello del cierre de bancos, supermercados y centros comerciales. También se suspendieron las clases en gran parte del país, fundamentalmente en las escuelas públicas.

En ciudades como Buenos Aires y Rosario, diversos gremios marcharán de manera aislada. Sin embargo, en Córdoba, el paro incluirá una movilización central en la esquina de Colón y General Paz sobre el mediodía.

Debate en el Senado

El Comunicado completo de las Centrales Obreras

“Transitamos un grave momento como país y como sociedad. Un gobierno nacional que, en nombre de una mal entendida ´libertad de mercado‘, implementa un ajuste brutal que sufren especialmente los sectores de menores ingresos, las clases medias asalariadas, jubilados y pensionados.

Estamos frente a un gobierno nacional que promueve quita de derechos laborales y sociales, que redefine el rol del estado, cerrando y achicando a su mínima expresión importantes dependencias e instituciones que brindan asistencia a nuestra población, generando de esta forma ciento de miles de despidos de servidores públicos. Que decreta la paralización de la obra pública generando un descomunal desempleo. Que lleva adelante un brutal desfinanciamiento de la seguridad social, de la salud pública; de las universidades, de la educación, de la ciencia y la cultura, poniendo en riesgo la vida de nuestros mayores y la población en general, afectando directamente a la calidad educativa, la capacidad de investigación del país y nuestra identidad cultural. Que promueve peligrosas políticas de privatización de empresas públicas y de entrega de los recursos del patrimonio nacional.

Precios liberados en alimentos, en medicamentos, en energía y en los servicios esenciales y salarios disminuidos en su poder de compra. Paritarias intervenidas por el ministro de Economía que impide la adecuada actualización de los salarios; recesión y aumentos incesantes que generan caída en los niveles de actividad económica y los índices de consumo básicos, que en la práctica representan una fenomenal transferencia de recursos hacia los sectores más concentrados y privilegiados de la economía.

Un 31% de caída real en las partidas presupuestarias de jubilaciones y pensiones, un 87% en obras públicas, un 39% en subsidios al transporte, un 76% en transferencias a las provincias, un 18% en recorte a las universidades y un 13% en programas sociales; son solo algunos de los indicadores que ponen en evidencia que el ajuste no lo paga la casta; sino que recae sobre los sectores más vulnerables.

Nos preocupa la política ambiental del gobierno que niega el cambio climático y cómo está afectando nuestros recursos y a las comunidades que dependen de ellos. Podríamos agregar un permanente aliento a los discursos de odio que el gobierno propone y fomenta afectan a minorías étnicas, disidencias de género, personas con discapacidad, etc., que genera una permanente situación de violencia y enfrentamiento entre argentinos.

Un gobierno sin diálogo social, que sólo se vincula con los representantes de intereses amigos, que agrede y deshecha a los trabajadores y a sus organizaciones, menosprecia a los jubilados y pensionados que no pueden esperar, se desentiende de la atención de los más vulnerables, discrimina a las y los hacedores de la economía popular, mientras se deteriora gradualmente el valor capital de las pequeñas y medianas empresas y comercios, profundizando así el grave cuadro de pobreza estructural e indigencia que devasta nuestra comunidad.

Frente a este escenario urgente, una vez más, el movimiento obrero organizado desde la Confederación General del Trabajo (CGT RA), la Central de Trabajadores y Trabajadoras de la Argentina (CTA-T) Central de Trabajadores de la Argentina Autónoma (CTA-A) junto a todo nuestro pueblo, está unido y de pie.

Las y los trabajadores reafirmamos nuestro compromiso y nuestro derecho a participar en el diseño de la sociedad a la que aspiramos. En ese desafío convocamos y ponemos a consideración pública de todos los actores sociales e institucionales, la construcción de un programa de consenso multisectorial, que nos permita avanzar hacia una Agenda de diálogo para una Argentina del Desarrollo, la Producción y el Trabajo, solidaria, inclusiva y con igualdad de oportunidades.

Es una jornada de resistencia y reclamo, por las necesidades que deben ser atendidas y reparadas.

El movimiento sindical de la Argentina en defensa de la democracia, los derechos laborales y el salario digno convoca a la huelga general el 9 de mayo”.

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